martes, 24 de diciembre de 2019

EL ESPÍRITU DE LAS NAVIDADES PASADAS


...Y al abrir la puerta, un coro de niños con guantes y bufandas que apenas tapaban unas caritas rojas de frío, nos afanábamos en tocar panderetas y zambombas cantando villancicos, la mayoría de las veces desafinando y a destiempo.
Entonces, mirándonos con ternura y con una gran sonrisa en sus labios, aquella señora nos daba un puñado de peladillas y polvorones para que los repartiéramos entre nosotros...

                                                                                  (Lupe)

Era una noche muy especial en mi casa, pero nada de la abundancia que poseemos hoy. Lo más, después de la cena como algo especial, tomábamos una taza de chocolate con roscos.
Pero lo más bonito era cuando mi padre cantaba con la música del villancico "Los peces en el río":
                                                                 
                                                                  La Mari ya se ha comido               
                                                                  los roscos y el chocolate,
                                                                  pero mi Elo no puede
                                                                  porque se quema el gaznate...

Mezcla de alegría y tristeza al recordar...
                                                                                   ( Eloísa)

 La olla haciendo chup, chup, durante todo el día...
Era una sopa de hierbas aromáticas. No sé como se comenzaba ni sus ingredientes. Sólo sé de su aroma que iba perfumando la casa, la escalera y llegaba hasta rl cuarto piso y las voces de las vecinas:
-  ¡Ya está Matilde con su sopa...!
Mientras, y en un plis, plas, se oía el cacareo de un pollo y el desplumado riguroso del mismo.
¡Aquellas mañanas tempranas de leña y cocina sin parar...!


                                                                                  (Maribel)

Mis recuerdos son para mi madre haciendo pestiños en un lebrillo y nosotros ayudando. Y por la noche, las candelas en el pueblo con mi hermano mayor cantando villancicos y lo pasábamos de maravilla.
No lo olvidaré jamás porque mi hermano ya no está entre nosotros...

                                                                                    (Rosi)

Recuerdo como hacíamos torticas y otros dulces de Navidad en casa de mi abuela.
El día 24, salíamos las amigas a cantar villancicos y pedir el aguinaldo. Luego, repartíamos lo recogido. Era un momento emocionante de risas, comentarios y bromas.
La cena era muy temprano porque mi padre tenía que ir al día siguiente a coger aceitunas...

                                                                                     ( Mª José Valvberde)

Recuerdo cuando llegaba mi padre con la caja de mantecados de cinco kilos y hacíamos una fiesta. ¡Qué buenos! No hay ahora mantecados iguales.  
¡Y ese almanaque de san Antonio que se ponía en la cocina...!
Ir a Castilleja con mi madre a comprar tortas, escuchar la lotería con mis hermanos y mi madre con su copita de anís y cuando  se despistaba, le dábamos un buchito...
Esperar que llegara la familia pero sobre todo, mi padre que venía de trabajar...
Al final, la noche no podía terminar sin cantar unos villancicos con la botella de anís por instrumento musical.
Este año, en recuerdo de mi tía Carmela, esta Nochebuena cantaremos su villancico, " En el arco de la Macarena"...

                                                                                    (Chari)

Lo que más recuerdo es que , después de la cena de Nochebuena, nos íbamos los cinco hermanos, junto con mis padres, a la Misa del Gallo, cargando cada uno con su pandereta, excepto mi padre que llevaba una zambomba, artilugio que en mi corta edad, me resultaba casi un instrumento mágico hacerlo sonar.
Después durante la vuelta a casa, el trayecto parecía el doble pues nos íbamos parando en las puertas de los vecinos, felicitándonos las Navidades con la consiguiente copita de anís y el polvorón, aunque yo siempre cogía mazapán y peladillas...

                                                                                     ( Elisa )

Yo estuve el otro día en el colegio de mi nieta, en tercero, para hablarle de mi Navidad y les conté mas o menos, todo lo que se ha escrito y las caritas eran un poema pero lo que mas se les quedó, fue que les expliqué que no teníamos móviles ni maquinitas de ninguna clase.
Y ayer, mi nieta me llamó desde una cabina de teléfono...
Bueno, que coincido con todo lo dicho ya. Eran otros tiempos pero ¡qué bien estábamos sin tanto derroche de todo...! ¡Qué añoranza...!

                                                                                 (Isabel)

Cada etapa se vive de una manera. yo no siento añoranza. Estas fiestas me siguen gustando hoy día. Lo mas importante sigue siendo estar juntos, deseándolo, disfrutando de cada presencia  y de cada momento con mucho amor y armonía sin olvidar a los que no están, pero que hasta entonces las disfrutaron igual.
Mis recuerdos de niña se concentran en una mesa alrededor de la cual nos sentábamos mis padres, mis hermanos y yo, con la pandereta mi padre con la botella de anís, cantando, tocando y llenos de alegría.
Y a la ilusión inolvidable, de una muñeca rubia, con un traje celeste, debajo de la chimenea, un día de Reyes, por supuesto, siempre junto a la presencia inseparable de mi hermana, de pequeñas y de mayores...

                                                                               (Estrella)

Durante aquellos días de fiesta entrañables, la jarra y el vaso protegidos por tapetes blancos orillados por encaje menudo, dispuestos a saciar la sed de propios o extraños, eran reemplazados en la mesa del comedor por sendas botellas de anís y coñac y una bandeja de mantecados y alfajores, mudos transmisores de los deseos de felicidad de los anfitriones hacia los visitantes ocasionales o los vecinos asiduos con los que se brindaba por todo lo bueno que mutuamente se deseaban...

                                                                              (Rosa)

domingo, 1 de diciembre de 2019

25 DE NOVIEMBRE


El pasado 25 de noviembre, participamos en las actividades programadas para conmemorar el a Internacional de la Eliminación de de la Violencia contra la Mujer

con la esperanza de que mas pronto que tarde, no sea necesario un día específico para concienciar sobre tan sangrante problema.

Manifiesto leído por el Concejal de Igualdad, Rafael Moreno

Naciones Unidas conmemora cada 25 de noviembre el  Día Internacional de la Eliminación de de la Violencia contra la Mujer, una jornada para visibilizar que la violencia contra las mujeres "sigue siendo un obstáculo para alcanzar igualdad, desarrollo, paz, al igual que el respeto de los derechos humanos de mujeres y niñas". E insiste, en que los Objetivos de Desarrollo Sostenible, no podrán cumplirse sin primero poner fin a la violencia contra mujeres y niñas que es una de las violaciones de los derechos humanos , mas extendidas, persistentes y devastadoras del mundo actual.
Según datos de Naciones Unidas, una de cada tres mujeres ha sufrido violencia física o sexual, principalmente, por parte de su pareja; una de cada dos mujeres víctimas mortales en 2017, fue asesinada por su compañero sentimental o un miembro de su familia; el 71%  de las víctimas de trata en todo el mundo son mujeres y niñas y tres de cada cuatro de ellas son utilizadas para la explotación sexual; casi setecientos cincuenta millones de mujeres y niñas se casaron antes de cumplir 18 años y al menos doscientos millones de ellas se ha visto sometidas a la mutilación genital femenina. Además, la violencia contra la mujer es una causa de muerte e incapacidad entre las mujeres tan grave como el cáncer.
El Ayuntamiento de Camas, reafirma hoy su firme compromiso en la lucha contra la violencia de género como la más brutal muestra de desigualdad entre mujeres y hombres, Este año, en nuestro país, hemos superado la dramática cifra de más de mil mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas desde que existen registros oficiales  en 2003. Una violencia que se ha cobrado también, la vida de  treinta y cuatro niños y niñas desde 2013, como consecuencia de la violencia ejercida sobre sus madres  y ha dejado doscientos setenta y cinco menores huérfanos.
Por ello, en este día, el Ayuntamiento de Camas quiere mostrar su apoyo a todas las víctimas: a las mujeres asesinadas, a sus hijos e hijas huérfanos, a sus madres, padres, familiares y amigos. Compartimos su dolor, su desolación y combatimos por su causa.
En la actualidad, hay un ataque frontal al feminismo. Este Ayuntamiento estará siempre al lado de todas las mujeres que sufren esta lacra y junto al resto de mujeres y hombres que la igualdad libertad y seguridad son irrenunciables. Principios que estamos consiguiendo asentar en nuestras democracias cada vez con mas empeño, sin desaliento y con incesante lucha. No vamos a permitir que se ponga en juego la igualdad y la democracia.
Hoy mas que nunca, el Ayuntamiento de camas declara con firmeza que no permitiremos ni un paso atrás en la lucha contra la violencia de género, en su prevención, en su tratamiento y reparación de las víctimas.
Lo manifestamos hoy, 25 de noviembre, en una llamada mundial que desde Naciones Unidas atraviesa fronteras y a la que nos unimos con la responsabilidad y el convencimiento de que se debe, y se puede, acabar con la violencia machista.






A IMPULSOS DEL CORAZÓN



Aprovechando la suerte de contar en el grupo con nuestro propio poeta, Pepe Rodríguez Infantes, una vez más nos hurgó en los recovecos del alma a través de su poemario A impulsos del corazón.

Son veinte poemas en los que realmente sientes que el autor los escribe guiado por impulsos, a veces locos, de su corazón pero también de todos sus sentidos. Porque el olor, el sonido, el sabor, la vista y el tacto están tan presentes en todos ellos que al leerlos los apreciamos casi con su misma intensidad. Así parece que con él vemos los destellos del mar, el brillo de unos ojos verdes, la luz de un atardecer; que oímos el ruido del tráfico y de la gente de la ciudad, el rumor del mar, el canto de los pájaros, el susurro de una voz amada. Podemos oler el campo, la brisa salobre del mar, el perfume de la mujer presente o el que le evoca su recuerdo.

Saboreamos con él ese café compartido, esos besos en la piel del otro, el agua fresca de una fuente... Y sentimos el tacto suave de una caricia en la piel, el sudor de noches bochornosas, el frescor de amaneceres veraniegos o el contacto de dos cuerpos apasionados.

La lucha entre el recuerdo y el olvido, entre el amor y el desamor, entre el sueño y la vigilia, entre el deseo de amar y el temor a no ser amado, así como el erotismo y la nostalgia están presentes en estos impulsos del corazón. Pero también aparecen otros dos amores igualmente importantes para él : el amor paternal y el amor por la naturaleza.

 Felicidades a nuestro compañero Pepe por saber plasmar tantos sentimientos de una forma tan bonita. 
                                                                                 Lupe Hernández