domingo, 27 de mayo de 2018

VI MARCHA DE LA MUJER

 MUJERES EN MARCHA


 Hacia finales de mayo,
año tras año
(y van seis),
las mujeres de mi pueblo
visten camisetas rosas,
se calzan deportivas
y se citan en la Marcha
enarbolando banderas
de complicidad y risas.



Allí nos juntamos todas:
altas, bajas, 
gordas, flacas,
jóvenes, maduras, niñas...
que para arrimar el hombro 
a cualquiera causa justa,
a nosotras no nos faltan
ni tiempo,
ni ganas,
 ni prisas.



Solidaria marea rosa
por las calles de mi pueblo
donde cientos de mujeres
alegres aúnan sus pasos
y, al ritmo de corazones,
van apurando distancia
y comparten ilusiones.





Carmen, Patro, Eloísa, Estrella,
Chari, Elisa, Manuela,
Curri, Lupe, Isabel
y muchas más,
teselas del gran mosaico
que las mujeres modelan
en pos de salud e igualdad.



Fraternal riera rosa
que, plena de confianza,
por las calles de mi pueblo,
desborda luz y esperanza.











domingo, 13 de mayo de 2018

EDNA O´BRIEN


Imagen de Edna O´Brien publicada por Errata Nature
Durante la presente edición de la Feria del Libro, para internacionalizarla e incluir propuestas literarias de otros países, ha tenido a Irlanda como país invitado por lo que se programaron actividades sobre literatura irlandesa, que se expresa tanto en inglés como en gaélico.

Recogiendo este propósito, ha estado en Sevilla la escritora Lisa McInerney, que con su primera novela Los pecados gloriosos, se ha posicionado como una de las principales figuras emergentes de la narrativa irlandesa actual y por la que ha recibido en 2016 los prestigiosos premios Baileys, a la mejor novela escrita por una mujer, y el Desmond Elliott, a la mejor primera novela publicada en el Reino Unido, en 2016.

El plato fuerte ha sido el encuentro en torno a Edna O´Brien, una de las escritoras irlandesas, más leídas en España.

Durante el acto, se ha ponderado como escritora excepcional, experta en el uso de las palabras y una excelente narradora de los sentimientos femeninos ante lo que sucede a las mujeres en sus vidas, con un lenguaje cercano y asequible.

Entre los  ponentes en la mesa, destacaron su traductora al castellano, y la editora de Errata Nature, que publica la obra de O´Brien; ambas han vivido en Irlanda, admiran a la escritora y se propusieron darla a conocer en nuestro país, con la trilogía de Las chicas del campo.

Por último, intervino una experta en la obra de la irlandesa, que, a partir de un suceso trágico en su vida, el descubrimiento de los libros de Edna. le hizo abrir una puerta a la esperanza. Agradeció a la editora haberla introducido en España y recalcó que, aunque ella no ha visitado nunca Irlanda, la conoce y la ama a través de los libros de la autora.

Se habló de la autora como mujer carismática que se opuso a diversos estamentos ingleses en una época difícil, con una actuación que hoy calificamos como antisistema.

En la actualidad, es una mujer octogenaria que vive en Londres y lo último que ha escrito han sido sus memorias.

                                                Elisa Tamayo y Patro González




viernes, 11 de mayo de 2018

JUAN VARELA Y ALCALÁ GALIANO


Retrato de Ramón Casas

 La obra de Valera se nos presenta como un rico conglomerado de ideas y sugerencias, de crítica y creación; incluso, de vivencias personales que ayudan no sólo a comprender el espectro político y social contemporáneo sino a analizarlo con las sutiles matizaciones de su peculiar perspectiva. Sin la publicación de gran parte de su epistolario, difícil sería comprender la auténtica dimensión de Valera, pues es allí donde el lector puede conocer no sólo las ideas literarias e ideológicas del autor, sino también páginas íntimas de su vida que configuran y moldean el peculiar carácter de Valera.
Juan Valera y Alcalá-Galiano nació en Cabra (Córdoba), el 18 de octubre de 1824. Su madre, doña Dolores Alcalá Galiano y Pareja representa el ambiente aristocrático de la época; su padre, don José Valera y Viaña, hombre impregnado de ideas liberales que le condujeron a la pérdida de su carrera militar.
 Juan Valera cursó filosofía en el Seminario de Málaga (1837-1840), años de especial efervescencia para el romanticismo español y que inciden fuertemente en el autor.  Valera no puede evitar en sus primeros años la fuerte pujanza del romanticismo, huella que irá gradualmente desapareciendo hasta convertirle en un espíritu crítico,  
Publica sus primeros versos en El Guadalhorce, periódico malagueño. Traduce en verso fragmentos del Manfredo y compone sonetos a imitación de Lamartine. Marcha más tarde a Granada. Sus lecturas románticas ya no influyen tanto en el ánimo de Valera y sí, por el contrario, los clásicos quienes gozan de su especial favor. 
 Marcha a Madrid a continuar los estudios de Derecho. En 1844 se gradúa bachiller en Jurisprudencia y en 1846, de licenciatura. Con anterioridad, Valera ha sufrido los primeros desdenes amorosos, se enamora de Gertrudis Gómez de Avellaneda, poetisa que triunfa en el Liceo madrileño y que inspiraría en el autor encendidos y sentimentales versos.
Convertido en abogado sin empleo en Madrid, frecuenta los teatros y las tertulias, ávido de ver y ser visto, en espera de que la suerte le favorezca y le depare, al mismo tiempo, un buen empleo.
 Su padre realiza gestiones con su entrañable amigo el Duque de Rivas. Istúriz, que le nombra agregado sin sueldo en la Legación de Nápoles.  
A raíz de este nombramiento nuestro autor marcha a Italia, el 16 de marzo de 1847, primera experiencia en su carrera diplomática. En Italia surgen nuevas escaramuzas sentimentales y amorosas.   Conoce en Italia, finales de 1849, a don Serafín Estébanez Calderón, hombre culto, refinado, docto en lengua arábiga y en numismática, bibliófilo empedernido y escritor castizo que influye decisivamente en Valera.  
A finales de 1849 Valera abandona su destino de Nápoles y regresa a Madrid en donde pronto se sentirá hastiado y desengañado. Surgen momentos difíciles y desalentadores. 
Es nombrado agregado de número de la Legación de Lisboa con sueldo de 12.000 reales anuales y toma posesión de su destino el 26 de agosto. Desde allí se trasladó a Río de Janeiro como secretario de Legación presidida por Delavat. Vivencias que luego pasarán a su novela Genio y figura.
En septiembre de 1853, regresa a Madrid  y colabora en la prensa madrileña con artículos literarios y políticos. En la Revista Española de Ambos Mundos publica un ensayo que se titula «Del Romanticismo en España y de Espronceda».  
Aceptará ir más tarde a Dresde, con la misma categoría y sueldo, y después a Rusia.  
En estos años Valera es ya conocido y respetado en los cenáculos literarios. Funda, junto con Caldeira y Sinibaldo de Mas, la Revista Peninsular, en donde publica varias poesías y un ensayo sobre Las Escenas Andaluzas del Solitario. Colabora en revistas prestigiosas.
En 1858, es elegido diputado a Cortes por Archidona.   
En 1860 colabora con gran asiduidad en la revista satírica  El Cócora
En diciembre de 1860, José Luis Albareda pide a Valera que acepte el puesto de redactor principal en el periódico El Contemporáneo, de tendencia moderada.
La revolución de 1868, tiene en Valera un cronista de excepción. Sus puntuales cartas dirigidas a su familia constituyen un fiel testimonio de lo que ocurrió en España durante este período
Por estas fechas (1867-1871), aparecieron sucesivamente los tres tomos traducidos por Valera de la Poesía y arte de los árabes en España y Sicilia, del alemán Schack. 
El 24 de febrero de 1872 es nombrado director general de Instrucción Pública, cargo político que perderá a tenor de los sucesos acaecidos por estas fechas, que le suponen el ostracismo político. Es, sin lugar a dudas, el período más fecundo del autor, interrumpido nuevamente por su carrera diplomática, a partir de 1881.
 Su estado anímico queda perfectamente definido en el prólogo de la edición americana de Pepita Jiménez, cuando afirma que se encontraba «en la más robusta plenitud de mi vida, cuando más sana y alegre estaba mi alma, con optimismo envidiable y con un panfilismo simpático a todo, que nunca más se mostrará ya en lo íntimo de mi ser, por desgracia». En mayo empieza a publicarse Pepita Jiménez en la Revista España. 
La misma revista, publica meses más tarde Las ilusiones del doctor Faustino. 
En el mismo año conoce al entonces joven Marcelino Menéndez Pelayo, recién llegado a Madrid con una carta de presentación para Valera de su amigo Laverde. De esta amistad nace una copiosa correspondencia de singular valor para la crítica28. También por estas fechas publica El comendador Mendoza,  novela en la que el autor se proyecta en don Fadrique Lope de Mendoza. Juanita la Larga  Pasarse de listo,  ofrecen también concomitancias con la biografía del autor.
En 1878, publica Doña Luz y Asclepigenia.
Las fechas comprendidas entre los años 1881 y 1893 suponen el retorno a la vida diplomática: primero, Ministro de España en Lisboa, más tarde en Washington y, por último, en Bruselas y Viena33. Su abundante epistolario dirigido tanto a compañeros de Academia como a su círculo literario y familiares, va revelando preocupaciones hondas sobre la política y la literatura, así como su precariedad económica  y el acercamiento de sus hijos. 
Ha abandonado el arte de novelar pero publica artículos de crítica literaria o versos que reciben el más fervoroso aplauso de la crítica. Publica también por estas fechas, las dos primeras series de Cartas Americanas, publicadas en la revista La España Moderna y en El Imparcial. 
El año 1895 supone el comienzo de una nueva etapa de creación novelesca. Sus tres novelas, Juanita la LargaGenio y figura y Morsamor se publican, respectivamente, en 1895, 1897 y 1899. 
Valera ha abandonado definitivamente la vida diplomática y su mundo se reduce casi exclusivamente a la conocida tertulia de la Cuesta de Santo Domingo. En su casa se reúne con un grupo de amigos y literatos en animada y sustanciosa conversación. En la famosa tertulia aparecen el conde de las Navas, Luis Vidart, Blanca de los Ríos, los hermanos Quintero, E. Pardo Bazán, Narciso Campillo, los Vázquez de Parga, Menéndez Pelayo... 
Valera, ya en el umbral de la muerte, no puede redactar sus escritos a causa de su ceguera. Un egabrense, don Pedro de la Gala, será quien haga de secretario y acompañante al mismo tiempo.  
 Tumba de Juan Varela, en Cabra
Muere el 18 de abril de 1905.
Enrique Rubio Cremades
(Biblioteca virtual Miguel de Cervantes)


domingo, 6 de mayo de 2018

ALMUDENA GRANDES, EN LA FERIA DEL LIBRO 2018



A la espera...
El pasado día 3, tuvo lugar la ceremonia de apertura de la Feria del Libro 2018, de Sevilla, con el pregón a cargo de Almudena Grandes,  bajo el sugerente título "La conquista de una mirada".
El discurso de Almudena, como nos tiene acostumbrados, resultó ameno, ágil y didáctico y fue un gustazo escucharla desde la cercanía de un sillón, desdeñando el académico atril que quedó arrinconado en una esquina del escenario.
Alabó en primer lugar, la organización de la Feria, la cantidad de actividades programadas, el protagonismo  femenino en la misma y el acierto de la ubicación en la plaza, el ágora, llena de libros y de gente.
Para defender el papel de las mujeres escritoras desde el principio de los tiempos, se remontó al imperio japonés en el s. XI, en el que vivió Murasaki Shikibu, autora de la considerada primera novela de la historia, Genji Monogatari, en la que la autora describe el prototipo de príncipe ideal, tachada a veces de machista puesto que el príncipe educaba a niñas desde muy pequeñas para que llegaran a ser sus favoritas.
Hasta las escritoras románticas del s. XIX, las obras tenían que ser firmadas como hombres, No es hasta la primera mitad del s. XX, cuando las escritoras reivindican un punto de vista propio, una mirada femenina. Bajo ese prisma, la escritura femenina tiene género porque el mundo es distinto según lo mire un hombre o una mujer y no se puede calificar a la literatura femenina como un subgénero.
En cuanto a su trayectoria personal, la divide en dos etapas: a partir de el la edición de su primera novela, ganadora del I Premio Sonrisa Vertical, "Las edades de Lulú" (1989), escribe cinco obras seguidas, testimoniales, que las agrupa como "libros de la chica de la movida", donde refleja los conflictos de identidad de la generación de mujeres a la que pertenece y que le parecen más interesantes que los hombres.
La segunda etapa, es la de los trabajos dedicados a la memoria histórica. Aquí reflexiona sobre la educación y falta de derechos de las mujeres de la generación  de la posguerra y la lucha de la suya por conseguirlos. A partir de El corazón helado, a su grupo de lectoras incondicionales, se fueron uniendo hombres interesados por sus historias.
Las dificultades y discriminaciones de las mujeres escritoras existen aunque en los últimos años se han dado a conocer muchas jóvenes que lo hacen en español y que escriben con libertad y sin autocensura.
Bajo su punto de vista, donde queda mucho camino por recorrer, es en el capítulo de los reconocimientos: calles con nomenclatura en femenino, plazas en academias, premios...
Por último, como la finalidad de los pregones de ferias de libros deben animar a leer, pedía, a ser posible, que en la que se está celebrando en Sevilla, se adquiera algún libro de autora mujer.







DÍA DE LA MADRE


  LA MADRE (Máximo Gorki)

   Un clásico de lectura muy recomendable


 (...) " Durante la noche, cuando ella dormía y él leía en la cama, volvieron los gendarmes y comenzaron de nuevo a registrar, rabiosamente, por todas partes, en el patio y en el desván. El oficial de tez amarillenta se comportó como la primera vez, hiriente, burlón, complaciéndose en su desconcierto y tratando de herirlos en el corazón.
La madre callaba, sentada en un rincón, sin desviar los ojos de su hijo. Este trataba de contener su agitación, pero cuando el oficial reía, sus dedos se contraían de modo extraño, y ella comprendía que le costaba trabajo no contestar, que era duro para él soportar aquella mofa.
Pelagia tenía menos miedo que en la primera investigación: más bien sentía odio hacia aquellos hombres, vestidos de gris con espuelas en los tacones, y este odio absorbía el temor.
Paul consiguió susurrarle:
 - Van a llevarme...
Ella, bajando la cabeza, respondió muy bajo:
- Comprendo...
Comprendía, sí. Iban a llevarlo a la prisión porque aquel día había hablado a los obreros. Pero todos estaban de acuerdo con lo que había dicho, y tomarían su defensa..., lo soltarían pronto. Hubiera querido estrecharlo entre sus brazos y llorar, pero el oficial, a su lado, la miraba entornando los ojos; los labios se estremecían y su bigote se agitaba. Pelagia sintió que aquel hombre esperaba lágrimas, lamentos, súplicas. Reuniendo toda su voluntad, esforzándose por no decir nada, mantuvo sujeta la mano de su hijo y, reteniendo el aliento, lentamente, muy bajo, murmuró:
-  Hasta la vista, Paul... ¿Has cogido todo lo que necesitas?
 - Sí, no te preocupes.
-  Que Dios sea contigo.
  Cuando se lo llevaron, se sentó en el banco y, cerrando los ojos, sollozó suavemente. Apoyando la espalda contra el muro, como en otro tiempo hacía su marido, contraída por la angustia y la conciencia humillante de su impotencia, la cabeza baja, sollozó largo tiempo, vertiendo en el gemido monocorde todo el dolor de su corazón herido. Veía ante ella, como una mancha inmóvil, el rostro amarillento de bigotes ralos, cuyos ojos entornados expresaban satisfacción. Como una bola negra, se apretaban en su pecho la exasperación y la cólera, contra aquellas gentes que arrancaban un hijo a su madre porque buscaba la verdad. Hacía frío, la lluvia golpeaba los cristales. Parecía que, en la noche, alrededor de la casa, rondaban acechantes siluetas grises, de largos brazos, de anchas caras rojas sin ojos. Caminaban, y sus espuelas entrechocaban débilmente.
-    Si al menos me hubiesen llevado a mí también... -  pensaba (...). 
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