II PASEO LITERARIO "CALLEJERO EN FEMENINO"


Dentro de las actividades de la Semana de la Mujer, ya se reseñó el II Paseo Literario que, por las calles de nuestra localidad, efectuamos en busca de algunas de aquellas que ostentan nombres de mujeres notables y que aún, no son demasiadas.
Comenzamos en la rotonda que se encuentra en la intersección de las avenidas Alcalde Manuel Cabello y 1º de Mayo, ocupada con la fuente cuyo motivo principal es una réplica del Bronce Carriazo, una de las obras artísticas más conocidas de la civilización tartésica  y que representa a la diosa fenicia Astarté, sobre la que se leyó el siguiente texto:


SALUDO:  ASTARTÉ


Iniciamos nuestro recorrido frente a la más vieja vecina de Camas, la Diosa Astarté, quien fue inmortalizada, entre otras, por este bronce del Tesoro del Carambolo.
A Astarté siempre la veréis representada con dos alas o flanqueda por animales alados, símbolo de su divinidad como los ángeles. También aparece portando en sus manos serpientes, acreditando que dispone de la luz del conocimiento. Además se representa situada junto o encima de una luna en cuarto menguante, simbolizando el eclipse del planeta Saturno, más conocido como Cronos Dios del Tiempo que es derrotado por el Dios Sol.

Astarté, no es sino la forma divina de LILITH la primera mujer, la que se negó a someterse a los designios de Adán, pese a que fueron criados macho y hembra a imagen de Dios. Después a Adán le sacaron de la costilla una mujer que si sería sumisa con él; Eva que como la griega Pandora son condenadas como responsables de los males del hombre: el trabajo duro, las enfermedades, la muerte...sin embrago, hay quien a LILITH, a nuestra Astarté, como a María Magdalena, siempre la acusarían de ramera, de prostituta de demonios, pese a ser quien representaba para los humanos anteriores al diluvio, la Diosa Madre, la fertilidad de la tierra, la vida en definitva.

Desde el África Occidental hasta Sumeria, desde Egipto a la Península Ibérica, Astarté recibió multitud de nombres: Ishtar, Ashra, Isis, Inana.
Siempre fue representada en los templos junto a su hijo Baal, también llamado Marduk y también Orus el egipcio.
Astarté es la naturaleza, representada como árbol de la vida. No olvidéis que el semidios Hércules derrotó al gigante Gerión , aquí en Tartessos, para robar las manzanas del árbol de la vida que se hallaba en el Jardín de las Hespérides.
Por tanto, Astarté, que también fue llamada “La Estrella de la Mañana”, por su asociación planetaria con Venus, ha sido siempre la deidad amada y querida en estas tierras, cuando las marismas estaban cubiertas por el lago Ligur.


Así que nuestro primer homenaje va hoy para la Diosa Astarté.
(9 marzo de 2017, Amparo Marín Arellano)


1ª PARADA: MERCEDES DE VELILLA  Y RODRÍGUEZ


Da fin a tu querella.  
No llores más, señora,
que no es digna la tierra pecadora
de que caigan tus lágrimas en ella.                 



Nació en Sevilla el 24 de septiembre de 1852, en el seno de una familia con gran vocación literaria, de hecho, casi todos los miembros, escribían, especialmente poesía. Destacaron, su madre, su hermana Felisa y , especialmente, su hermano José.
Su infancia y adolescencia transcurrieron en la c/ Mantero y, según Montoto, fue la época más feliz de su vida. La casa, era, además, el punto de reunión de jóvenes escritores y poetas de la época y a la que llamaban “El Parnaso”. En estas reuniones, Mercedes se reveló como poetisa.



Es mi afán tan intenso por mirarte,
que el alma entera por mirarte, diera
 mas, si doy por mirarte el alma entera,
me quedaré sin alma para amarte.

Quisiera aborrecerte y olvidarte;
no conocerte, por mi bien quisiera,
pues he perdido mi ilusión primera
y, de dolor, mi corazón se parte.

Era tu amor el sol que me alumbraba,
y ese sol ocultó nube sombría
que horrorosa tormenta presagiaba.
                                         
Por ti, no encuentro calma ni alegría,
por ti, suspiro si la noche acaba
Por ti, lloro si se aleja el día.                          

Una de las primeras reseñas sobre su vida, se la debemos a la escritora Amantina Cobo de Villalobos y a su amigo Luis Montoto.  López de Ayala, la cataloga como una niña prodigio.
En 1872, ganó el premio de honor en la Exposición Bético-Extremeña, En 1873,  publicó el primer poemario, con el título de Ráfagas. En 1876, se hace con el primer premio del concurso organizado por la Real Academia de Buenas Letras y estrena con éxito de público, su primera obra teatral, El vencedor de sí mismo.
Una serie de hechos dolorosos (las muertes de su madre, hermano y su gran amiga Concepción de Estevarena…) afectaron a su ánimo. 

Si al pasar mi último día, 
durmiese mi polvo humano
en la tierra extraña y fría
del cementerio aldeano,
lejos de la tierra mía,
hermanos, ved lo que os pido:
no me dejéis siempre sola
en mi sepulcro escondido
porque me espanta la ola
quieta y mansa del olvido.

Se traslada a Camas,  donde reside hasta su muerte, el 12 de agosto de 1918.
Camas, la recuerda a través de un busto erigido en su memoria, con la nomenclatura de una de sus calles y con la custodia de sus restos en el cementerio de la localidad.

Obras:         
- Ráfagas. Sevilla, 1873. Imprenta de Gironés y Orduna.
- El Vencedor de sí mismo: cuadro dramático en un acto y en verso. Sevilla/Madrid, 1876. Imprenta de Gironés y Orduna / Administración Lírica-Dramática.
- A Cervantes (manuscrito). 1875. Real Academia Española (Madrid).Poesías de Mercedes de Velilla  (Con prólogo de D. Luis Montoto). Sevilla (1918). Ayuntamiento de Sevilla / Tipografía Española.


2ª PARADA: CLARA CAMPOAMOR RODRÍGUEZ


Política española, nació Madrid en 1888. De familia humilde, madre costurera y padre contable.

 A los diez años muere su padre y tiene que dejar el colegio, para ayudar a la economía familiar.

Trabajó como: modista, dependienta y telefonista.

En 1914 y tras sacar el número uno en su oposición, se convirtió en profesora de adultos del Ministerio de Instrucción Pública. A los treinta y seis años se licencia en Derecho lo que le permite defender dos casos de divorcio.

 En 1930 un periódico le pregunta sobre sus ideas políticas y contesta: «República, república siempre, la forma de gobierno más conforme con la evolución natural de los pueblos”. Creó la Unión Republicana Femenina y fue una de las principales impulsoras del voto femenino en nuestro país, logrando que las mujeres votáramos por primera vez en 1933. 

 Creó la Unión Republicana Femenina y fue una de las principales impulsoras del voto femenino en nuestro país, logrando que las mujeres votáramos por primera vez en 1933. 

En su obra  El voto femenino y yo, defiende que en la realización política de la mujer, el voto femenino debía ser incorporado como una de las primeras necesidades para cambiar la faz de España y destruir el desprecio del hombre hacia la mujer, en cuanto no fueran íntimos esparcimientos o necesidades caseras.  

 La lucha por los derechos femeninos, se la  planteaba  como como un deber de la mujer que no puede traicionar a su sexo y que rechazaba por igual constituir, según sus propias palabras, “un ente excepcional, fenomenal, merecedor por excepción entre las otras, de inmiscuirse en funciones privativas del varón, y el salvoconducto de   la hetaira griega, a quien se perdonará cultura e intervención a cambio de mezclar el comercio del sexo con el espíritu”. 

Tuvo que huir de España a causa de la guerra civil. Murió exiliada en Suiza en 1972.

En el “Día de la Mujer”, el Congreso rindió  homenaje a las 27 mujeres que formaron parte de las Cortes Constituyentes del 77, con un acto coloquio en el  que participaron cuatro de aquellas primeras parlamentarias: Soledad Becerril, Juana Arce y Elena Moreno, de UCD y la socialista María Izquierdo. En aquel entonces, las mujeres apenas ocupaban un 6% de los escaños, frente a las 138 parlamentarias de la actualidad, un 40% del total del Congreso.

También regresó al Palacio de la Carrera de San Jerónimo, el busto de la abogada republicana y una de las principales impulsoras del voto femenino, Clara Campoamor, tras una década en uno de los edificios auxiliares del Congreso. Desde este miércoles quedó expuesto en un lugar destacado frente al Hemiciclo y junto a la placa conmemorativa que recuerda la aprobación del sufragio femenino en 1931 durante la Segunda República.

De esta forma, se honra la figura de una mujer luchadora, recordada fundamentalmente, por su defensa de los valores de la  República y de los derechos de las mujeres.


Algunas  frases de Clara Campoamor:

- La libertad se aprende ejerciéndola 
- Estoy tan alejada del fascismo como del comunismo: soy liberal
- Defendí en las Cortes Constituyentes los derechos femeninos. Deber indeclinable de mujer que no puede traicionar a su sexo

Obras:

- El derecho de la mujer en España (1931)
- El voto femenino y yo: mi pecado mortal (1935 . 1939) (Escrito conjuntamente con Federico Fernández de Castillejo)
- La révolution espagnola vue par une républicaaine (1937)
- El pensamiento vivo de Concepción Arenal (1943)
- Sor juana Inés de la Cruz (1945)
- Heroismo criollo: la Marina argentina en el drama español. (Conjuntamente con Federico Frenández de Castillejo)



 3ª PARADA: DOLORES IBARRURI "LA PASIONARIA"
 (Gallarta, Vizcaya, 1895 / Madrid, 1989)


 Pertenecía a una familia trabajadora y modesta. Desde muy pequeña, asistía a los mítines del partido carlista al que su padre estaba afiliado.
 La penuria económica de la familia y los prejuicios de la época frustraron los estudios de Dolores, quien tuvo que ponerse a servir siendo una adolescente.
Empieza a utilizar el seudónimo de “Pasionaria” (porque era devota de la Pasión de Cristo), cuando comienza su militancia socialista. Con ese seudónimo escribe su primer artículo El minero vizcaíno, en 1918..
 El 15 de abril de 1920 se suma a la fundación del Partido Comunista Español, en el cual militaría  hasta su muerte en 1989.  
 En el período de su máxima popularidad todo el mundo decía `La Pasionaria', con el artículo. Ya en el exilio, tras la derrota de la República Española en 1939, pareció más fino quitar el artículo (que sonaba a oídos cultos tal vez como el que se usa en las dicciones populares `el Carlos', `el Andrés', `la Juanita'). Y así fue como se pasó de `La Pasionaria' a `Pasionaria'.  
Trabajó desde 1931 en Madrid, en la redacción de Mundo Obrero. Fue reelegida miembro del Comité Central en el IV Congreso del Partido (celebrado en Sevilla en marzo de 1932). Por entonces fue encarcelada, igual que lo había estado antes y lo volvería a estar después en diversas ocasiones y durante períodos más o menos prolongados; siempre por sus proclamas revolucionarias o su participación en luchas obreras que fácilmente se convertían en disturbios.
El apogeo de su vida política revolucionaria tiene lugar cuando se convierte en figura más popular del P.C.E. en 1935-39. Le granjearon enorme apoyo popular su oratoria pero, sobre todo, el involucrarse personalmente en las luchas obreras y populares.
 Ya diputado por Asturias (desde febrero de 1936) se encierra con los mineros en huelga, en el pozo; se planta en la calle de un suburbio madrileño junto a vecinos pobres desahuciados y cuyos modestos enseres habían sido malamente arrojados a la vía pública; y todo eso la hace inmensamente popular junto con sus discursos parlamentarios.
 Al producirse la sublevación fascista en 1936, La Pasionaria despliega una titánica actividad en defensa de la República, inventando o adoptando los eslóganes más célebres de la guerra (`más vale morir de pie que vivir de rodillas', `¡No pasarán!', etc.).
Es elegida Vicepresidenta de la Cortes en 1937 y se exilia en 1939.
 Accede a la Secretaría General del Partido en 1942.
En 1960, en el IV Congreso, dimite y es nombrada Presidenta del Partido.
En 1977 regresa a España tras 38 años de exilio. Es reelegida  - de nuevo por Asturias -  diputada.
En 1983 participa en la manifestación de solidaridad con las Madres de la Plaza de Mayo argentinas.
Muere en Madrid en 1989. Pronuncian las elegías Rafael Alberti y Julio Anguita, que poco antes había sido elegido Secretario General del Partido Comunista de España.

  

 4ª PARADA: MARIANA DE PINEDA

Mariana Rafaela Gila Judas Tadea Francisca de Paula Benita Bernarda Cecilia de Pineda Muñoz. Nació el 1 de septiembre de 1804, en Granada y murió el 26 de mayo de 1831 (a los 26 años de edad) por garrote vil.


Biografía

Era hija de Mariano de Pineda Ramírez, capitán de navío de Granada y Caballero de la Orden de Calatrava, qque nunca llegó a casarse por motivos que se desconocen con María de los Dolores Muñoz y Bueno, de Lucena (Córdoba), mucho más joven y de menor condición social que él. La pareja vivió en casas separadas hasta después del nacimiento de Mariana, tras lo cual, madre e hija se fueron a vivir a la casa del padre, pero al poco tiempo don Mariano denunció a su pareja por haberse apropiado de ciertos bienes puestos a nombre de su hija y María Dolores huyó de la casa común con la niña, siendo detenida y obligada a devolver a la niña a su padre el 12 de noviembre de 1805.
Tras la muerte de don Mariano, Mariana pasó a la tutela de un hermano de aquel, que era ciego, soltero y tenía cuarenta y siete años. Sin embargo, tras casarse con una mujer mucho más joven que él, traspasó sus responsabilidades de tutor a unos jóvenes dependientes suyos, José de Mesa y Úrsula de la Presa, a cuyo cargo quedó la niña a lo largo de su infancia.
Cuando murió su tutor, este legó a su propia hija parte de los bienes que le correspondían a Mariana por herencia de su padre, por lo que tuvo que pleitear durante toda su vida para que le fueran devueltos, aunque al parecer nunca lo consiguió —en 1828 hay constancia de que todavía mantenía un pleito para recuperar un viñedo heredado de su padre—.
Se casó cuando tenía quince años con Manuel de Peralta y Valle, once años mayor que ella y que acababa de abandonar el ejército —no se sabe de qué vivía—. La boda se celebró en octubre de 1819 de forma «sigilosa», en palabras de su principal biógrafa Antonia Rodrigo, debido a la condición de hija ilegítima de Mariana. En marzo del año siguiente dio a luz a un niño, José María, y en mayo de 1821 a una niña, Úrsula María. Dos años después, en agosto de 1822, falleció su esposo dejando a su viuda de dieciocho años con dos hijos pequeños.
Mientras, en España estaban desarrollándose diversos acontecimientos históricos, políticos y sociales:
-       Tras la invasión de Napoleón, la familia real debe marcharse a Francia.
-    En 1812, Las Cortes de Cádiz proclaman la Constitución y poco a poco se expulsa al ejército francés.
-    En 1814, regresa Fernando VII, que había estado exiliado en Francia bajo la custodia de Napoleón, y anula la Constitución de 1812, restaurando el absolutismo. Esto dio lugar a una etapa de gran convulsión política y social. Absolutistas y liberales pugnaban por el poder.
-    En 1820, el pronunciamiento militar del Coronel Rafael de Riego en Las Cabezas de San Juan (Sevilla), restaura la Constitución de 1812 y obliga al rey a acatarla, dando comienzo el trienio liberal.
-    En 1823, Francia decide ayudar al Borbón español y le envía a los “Cien Mil Hijos de San Luis”, lo que termina con el trienio liberal y restaura el absolutismo.
-  Temiendo otro levantamiento liberal, Fernando VII dicta leyes muy duras contra cualquier acción que vaya en contra de su gobierno o su persona.
-  -   Al parecer fue en esos años de su matrimonio, que coinciden con el Trienio Liberal, cuando Mariana se adhirió a la causa liberal y tras la nueva restauración del absolutismo por Fernando VII en 1823, ya viuda acogió en su casa a liberales perseguidos, a los que ayuda económicamente, consiguiendo pasaportes falsos, escondiéndolos o ayudándolos a escapar.
   - En esos círculos conoció al militar de brillante expediente Casimiro Brodett y Carbone, con el que estuvo a punto de casarse pero el matrimonio se frustró porque Brodett no consiguió la preceptiva dispensa real a causa de su filiación liberal y quedó «impurificado» viéndose obligado a abandonar el ejército, marchándose a continuación a Cuba.
    - Mariana ayudó a un primo suyo, Fernando Álvarez Sotomayor, a escapar de la cárcel donde cumplía condena por haber participado en diversas conspiraciones liberales organizadas por los exiliados de Gibraltar. La estratagema de la que se valió para liberar a su primo en 1828 fue introducir unos hábitos en la cárcel y entregárselos a Fernando, que disfrazado de fraile salió de la prisión sin mayores dificultades porque, como había observado Mariana, los muchos clérigos que entraban y salían del establecimiento nunca eran controlados por los guardias. Se refugió inicialmente en casa de Mariana y cuando fue a buscarlo allí el alcalde del crimen de Granada, Ramón Pedrosa Andrade, ya se encontraba en Gibraltar.  Pasó a formar parte de la leyenda de Mariana Pineda que mantuvo una relación sentimental con su primo, pero no existe ninguna prueba de la misma. Lo que sí está demostrado es que tuvo como  amante al abogado José de la Peña, de veintiocho años, y que según su biógrafa Antonina Rodrigo, citada por Carlos Serrano, posiblemente estuvo unido a Mariana «por un matrimonio secreto de los llamados de “conciencia”, celebrado en la iglesia de Santa Ana». De ese enlace nacería en enero de 1829 una niña a la que Mariana reconoció como hija natural a pesar de que no vivieran juntas, aunque no así José de la Peña, que esperó a 1836 para «adoptarla», a 1846 para reconocerla como hija y a 1852 a reconocerla como heredera.
   -  Mariana fue denunciada por unas supuestas conexiones con los revolucionarios liberales de Gibraltar. Más grave fue el caso en que se vio envuelto su fiel criado Antonio Buriel,  —que había servido a las órdenes de  Rafael del Riego — que fue detenido por Pedrosa por haber llevado cartas comprometedoras y que le valieron a Mariana verse confinada en su casa. El caso nunca llegó a juzgarse pero la policía granadina estaba convencida de que Mariana Pineda estaba directa o indirectamente implicada en los preliminares de una insurrección y que su criado Antonio Buriel «tenía preparada una docena de hombres decididos para lanzarlos a la calle».
  - Dos días antes de la fecha prevista para el levantamiento en contra de absolutismo de Fernando VII,  encabezado por el general  José María Torrijos (que fue desmantelado por la policía), fue detenida en su casa de Granada Mariana Pineda.
     
    La detención

     El 18 de marzo de 1831 la policía al mando del alcalde del crimen,  Pedrosa, irrumpió en su domicilio, el número 6 de la casa 77 de la calle del Águila en Granada, y al encontrarse «dentro de la casa que habitaba doña Mariana Pineda, cabeza o principal de ella» una «bandera, señal indubitada del alzamiento que se forjaba» fue «aprehendida... teniéndosela legalmente... por autora del horroroso delito», según el relato del fiscal que presentó en el juicio al que fue sometida.  
   Al parecer, Mariana (que no sabía bordar) encargó la elaboración de una bandera a unas bordadoras de El Albaicín. Estas, fueron descubiertas por la policía y bajo sobornos y amenazas fueron obligadas a tender una trampa a  Mariana. Dejaron la bandera (sin terminar) en casa de esta para que fuera descubierta por la policía en un más que oportuno registro.
    De momento fue confinada en su propio domicilio, bajo la custodia de un guardia, de donde escapó tres días después aprovechando un descuido del vigilante disfrazada de anciana, pero el guardia logró alcanzarla en la calle y Mariana le rogó que no la denunciara y para tratar de ablandarle le propuso que le acompañara en la huida. Este hecho sería utilizado por el fiscal para imputarle un supuesto segundo delito, además del de preparar un alzamiento contra «la soberanía del Rey N.S.», el de «haber emprendido su fuga de la prisión que le fue constituida en su casa», tratando de «seducir o cohechar al dependiente que la custodiaba y que le dio alcance en su fuga, diciendo a este que la dejara, ofreciéndole que se fuese con ella y le haría feliz». A causa de este intento de fuga fue recluida en la cárcel de mujeres de mala vida del convento de las Arrecogidas, S. María Egipciaca.  
   Hoy parece claro que las autoridades absolutistas, dada su condición de mujer, no la consideraban uno de los dirigentes de la conjura liberal que creían que estaba en marcha en Granada , sino que la detuvieron para que denunciara a sus cómplices. Prueba de ello sería que Pedrosa, el jefe de la policía de Granada, estaba habilitado para indultarla, incluso después del juicio, si aceptaba declarar sobre sus cómplices, cosa a la que ella se negó hasta el final.
    Por otro lado se especuló que la detención y la condena a muerte de Mariana se debieron al despecho sufrido por Pedrosa que estaría enamorado de ella. Esta teoría la expuso veladamente durante el juicio su abogado defensor.
    Mucho más explícitas fueron las coplas que circularon por la ciudad, y que perduraron mucho tiempo, como esta: 

            Granada triste está
            porque Mariana de Pineda
            a la horca va
            porque Pedrosa y los suyos
            sus verdugos son,
           y esta ha sido su venganza
           porque Mariana de Pineda,
           su amor no le dio.

     Del supuesto enamoramiento de Pedrosa por Mariana no hay prueba alguna, aunque sí se puede afirmar que este, se tomó el proceso como un asunto personal, presionándole para que delatara a sus supuestos cómplices. 

     El juicio

 Reconstrucción hipotética de la «bandera» que supuestamentestaría bordando Mariana Pineda y que motivó su detención, juicio y ejecución. 

    
    El expediente penal de Mariana Pineda fue robado a principios del siglo xx, tanto el de los archivos de la cancillería como la copia que se guardaba en el Archivo Histórico Nacional en Madrid. Aunque afortunadamente las piezas más importantes del mismo —la acusación del fiscal y el alegato del abogado defensor— habían sido reproducidos en un libro publicado en 1836, tras la muerte de Fernando VII, por su primer biógrafo y uno de sus amantes, el abogado José de la Peña y Aguayo. Por esos documentos sabemos que la base de la acusación era haber encontrado en su casa «el signo más decisivo y terminante de un alzamiento contra la soberanía del Rey N.S. y su gobierno monárquico y paternal».
     Con esta prueba —una supuesta bandera a medio bordar y en las que estaban esbozadas las palabras de un posible lema— el fiscal le imputó el delito de rebelión contra el orden y el monarca, que según el reciente decreto de Fernando VII de 1 de octubre del año anterior estaba castigado con la pena de muerte, según lo establecido en su artículo 7º.
     Como era de esperar la defensa se basó en desmontar la «prueba» que constituía la supuesta «bandera», primero cuestionando que fuera tal, basándose en el propio informe de la policía que hablaba de un paño montado en unos bastidores no de una bandera, y en segundo lugar que la supuesta bandera fuera «revolucionaria», aduciendo que en realidad se trataba de una enseña destinada a la masonería —«el emblema del triángulo verde fijado en su centro demuestra que su destino era más bien para adorno de alguna logia francmasónica»— y como las mujeres no podían pertenecer a la masonería su defendida estaba libre de culpa, o como mucho solo podía ser condenada a una corta pena de prisión por complicidad con masones, una «secta» prohibida.  
     La argumentación del abogado defensor es muy probable que sea la que más se acerque a la verdad de lo que efectivamente había sido la actuación de Mariana en los primeros meses del fatídico año de 1831: estar en contacto con masones y prepararles algunos distintivos para sus logias». Sin embargo los masones «a su vez indudablemente se relacionaban, cuando no se confundían, con los grupos de conspiradores liberales que estaban tramando en esos meses un levantamiento generalizado por todo el sur andaluz», por lo que «Mariana estaba efectivamente relacionada con esa revolución que con tanto ahínco la policía de Fernando VIII y que Calomarde intentaba prevenir en torno a 1830.
      
      La ejecución

    A pesar de la convincente defensa que hizo su abogado, Mariana Pineda fue condenada a muerte.
   Mariana estaba convencida de que sería liberada en el último momento. Su relación con personas importantes e influyentes y sus antecedentes ayudando a tantos liberales perseguidos a huir, hicieron que Mariana estuviera convencida hasta el último momento de que sería liberada. 
    Efectivamente, el día de su ejecución parece que había preparada una operación destinada a liberarla durante el trayecto que conducía del convento de las Arrecogidas S. María Egipciaca, donde había permanecido internada, hasta el Campo del Triunfo donde estaba montado el garrote vil, pero por motivos desconocidos, no tuvo lugar. Así que nada impidió que fuera ejecutada el 26 de mayo de 1831, a los 26 años de edad.
    
    Federico García Lorca, en su obra Mariana Pineda, según sus propias palabras, representa una ficción basada más en la leyenda y la opinión popular que en el rigor histórico. Este autor refleja de forma conmovedora el convencimiento que tenía Mariana de que sería liberada en el último momento.

      “Don Pedro vendrá a caballo
      como loco cuando sepa
      que yo estoy encarcelada
      por bordarle su bandera.
      Y si me matan vendrá
       para morir a mi vera,
       que me lo dijo una noche
       besándome la cabeza.
       Él vendrá como un San Jorge
       de diamantes y agua negra,
       al viento la deslumbrante
       flor de su capa bermeja.
      Y porque es noble y modesto,
      para que nadie lo vea,
     vendrá por la madrugada,
     por la madrugada fresca.
     Cuando sobre el aire oscuro
     brilla el limonar apenas
     y el alba finge en las olas
     fragatas de sombra y seda.
    ¿Tú qué sabes? ¡Qué alegría!
     No tengo miedo, ¿te enteras? 

   Su ejecución pretendió castigar la causa de los liberales, lo que la convirtió en una mártir para estos y en un símbolo popular de la lucha contra la falta de libertades, a consecuencia de lo cual llegó a convertirse en personaje principal de varias piezas dramáticas, poemas y ensayos.

    Sepultura
    Los restos de Mariana de Pineda sufrieron un ir y venir durante varios años hasta que finalmente fueron depositados en la Catedral de Granada donde aún permanecen.
     
     Memoria histórica

   Tras el triunfo de la revolución liberal española, Mariana Pineda fue convertida en una heroína de la causa de la libertad, y de su figura se ocuparon numerosos autores en cuyas obras «predomina la glorificación de la combatiente por la causa política, de la luchadora por la libertad, pero también de la víctima inocente de la represión y del absolutismo.

    Después decayó el interés por ella. Fue redescubierta en la Primera República, regresó al olvido para ser de nuevo reconocida, exaltada su persona durante la Segunda República. En mayo de 1931, apenas un mes después de haberse producido su proclamación, la República celebró el centenario de la ejecución de Mariana Pineda mediante una serie de honores militares. 

    Si te interesa ampliar información sobre esta apasionante mujer puedes consultar una amplia bibliografía. Aquí tienes una pequeña muestra.
       - Rodrigo, Antonina (1997). Mariana Pineda, heroína de la libertad. Madrid: Compañía Literaria.
       - Antonina Rodríguez (2004). Mariana de Pineda: la lucha de una mujer revolucionaria contra la tiranía absolutista. Madrid: La Esfera de los Libros.
           -  Serrano, Carlos (2000). «Mariana Pineda (1804-1831).
     - Burdiel Bueno, Isabel; Pérez Ledesma, Manuel (2000). Liberales, agitadores y conspiradores. Biografías heterodoxas del siglo xix. Madrid: Espasa Calpe.
     
     En  la serie Paisaje con Figuras, con guión de Antonio Gala, se dedica un episodio a Mariana Pineda. (RTVE, a la carta)

                                                                               Elena Venegas

                                                                                                      Fuente: Wikipedia


                 
7ª PARADA: FERNÁN CABALLERO (Cecilia Böhl de Faber y Larrea )  
Morges, Suiza, 1795 / Sevilla, 1877

Nació en Morges, Suiza, ya que su padre era cónsul en esa ciudad.  
Durante sus primeros años vivió en Alemania hasta que regresó con su familia a la ciudad de  Cádiz en 1813, a la edad de 17 años. Contrajo matrimonio  con un capitán de infantería que fue destinado a Puerto Rico a donde se mudó la pareja. Fue un matrimonio de corta duración por la muerte del marido.
Se trasladó a Hamburgo, donde vivió con su abuela paterna.
Algunos años más tarde, se mudó nuevamente a España, esta vez, a El Puerto de Santa María, donde conoce a su segundo marido, del que enviuda, nuevamente.
Poco tiempo después conoció a Antonio Arrom de Ayala, con quien contrajo matrimonio en 1837. Pero Ayala estaba enfermo de tisis y con graves problemas económicos que hicieron que se suicidara en 1863. Quedó así la escritora en la pobreza. Los duques de Montpensier y la reina Isabel II la protegieron y le brindaron una vivienda en el Patio de las Banderas del Alcázar de Sevilla, pero la revolución de 1868 la obligó a mudarse debido a que las casas fueron puestas en venta.
Como escritora, tomó el seudónimo de la población de Ciudad Real, Fernán Caballero.
El papel de Cecilia Böhl de Faber en la narrativa hispánica es clave. Ha sido considerada como la de la  novela realista española. Con la publicación de La Gaviota, en 1849, comienza un ciclo narrativo que abrirá el paso a la gran novela española de la segunda mitad del siglo XIX.   
Falleció en  Sevilla  el 7 de abril de 1977
          
                                        ( Extracto )                                       
 LÁGRIMAS ( novela de costumbres) 

Capítulo III
DICIEMBRE, 1837
Es tal el brillo que da el dinero hoy en día, la consideración, el aprecio, el respeto, y la admiración que inspira, la ilusión que lo rodea, la atracción que ejerce, lo que deslumbra y hechiza, que es preciso ser ciego para no ver renovada la idolatría del becerro de oro. Al ver un Nabab, no hay cabeza que no se incline humildemente; y no son las menos agachadas las de los que pregonan con más furor que es contra la dignidad inclinarla ante la mitra y el cetro.

Este servilismo homenaje tributado hoy día al dinero, es tanto más extraño, cuanto que no lo disculpan siquiera los beneficios y ayudas que deberían emanar de la riqueza, no sólo porque es ley evangélica, sino porque es una obligación de la razón, y basta de provecho mutuo. Un rico de los modernos,  es la última persona de la sociedad a la que debe acudir un necesitado: puesto que el rico moderno mira al que no lo es, no solo con el más soberano desprecio, sino con el terror que miraría a un lazarino. Desde que le ve llegar con el sombrero en la mano y la sonrisa en los labios se hace irremisiblemente esta prudente reflexión: este soldado del ejército de Job, viene con las insolentes y hostiles miras de dar un ataque a mi bolsillo: ¡guarda Pablo! Enseguida, su cara, que por lo regular no está tan bien dotada por la naturaleza como lo está su bolsillo por la fortuna, adquiere un aire análogo y el colorido local de una fortaleza. Suele bastar la actitud imponente, el puedo y no quiero que levanta cual estandarte la fortaleza, para rechazar al necesitado. Cuando no, arroja un proyectil rechazador que mientras más hiere más satisfecho deja al que lo lanzó: el que pide es un enemigo, y debe quedar destruido para siempre. 


ALGUNAS FRASES DE FERNÁN CABALLERO

“Porque se engañan mucho los que creen que la modestia y la humildad se ocultan siempre bajo la librea de la pobreza. No: los remiendos y las casuchas abrigan a veces más orgullo que los palacios.” 

“El amor platónico es el que se encierra en una mirada, en un suspiro o en una carta.” 
 
 “Los pájaros son clarines entre los cañaverales que le dan los buenos días al 
sol de Dios cuando sale.” 
 “Las solteras son de oro, las casadas son de plata, las viudas son de cobre y las viejas de hojalata.” 
“En gracia te reciba el alma que te desea.” “En gracia te reciba el alma que te desea.” 
“La verdad no pierde por niña, ni la mentira gana por anciana.” 
“No digas jamás haré, sino hago; ni iré, sino voy.” 
“Un tonto echa una piedra en un pozo, y cien discretos no la pueden sacar.”