domingo, 19 de febrero de 2023

ANTOLOGÍA DE LA POESÍA ESPAÑOLA

 

A veces, los libros que elegimos para nuestras tertulias literarias, son demasiado extensos o sesudos para poderlos leer en sólo quince días, de una manera relajada y satisfactoria.  

Por ello, hemos decidido intercalar entre nuestras sesiones algunas dedicadas a conocer o reconocer las distintas etapas en las que se ha desarrollado el género lírico en España y los autores y obras más significativos, empezando por las composiciones más antiguas que se conocen de la Edad Media.

La primera experiencia, resultó más interesante de lo que,seguramente, habíamos pensado y nos dejó comentarios y sensaciones muy placenteras, de las que transcribimos algunas.

----- En el libro Cancionero y Romancero español, de Dámaso Alonso, explica de dónde salen estas preciosidades que son las Jarchas y el Romancero siguiente. Dice el autor:

Una serie de felices casualidades han hecho posible que llegue a nuestras manos el emocionante tesoro.
Cultos poetas hebreos y árabes, los más antiguos del S. XI, pusieron en cierto tipo de composiciones, unao e "jarcha" o estrofilla final escrita , no en hebreo o en árabe, como el resto del poema sino en dialecto español que hablaban los mozárabes. Tales estrofillas, evidentemente, las tomaban de una tradición oral, cantada y viva.

Lo mismo que en el S. XVII  vemos que varios poetas glosan cada uno de un modo distinto un nuevo cantar viejo, estos poetas árabes y judíos toman, a veces, una misma jarcha como estrofilla final, cada uno para su propia poesía y, en ocasiones, son poetas que vivieron en épocas muy distintas.Rara curiosidad. Extraño cariño por la lengua vulgar española que entonces nadie escribía, la de estos poetas.

Los poemas de estos escritores judíos y árabes han actuado de prodigioso frasco de alcohol, dentro de los cuales, los hombres del S. XX encontramos ahora, frescas, palpitantes, estas criaturas líricas del S. XI. Vienen del fondo oscuro de la Edad Media y llegan hasta nosotros tíbias, dulcemente encendidas de una luz diaria y de una belleza de las que nada sabíamos.

El lenguaje es tan antiguo que en su comparación, parece de ayer el del poema del Cid. Algunas palabras árabes, se mezclan con el romance hispánico.

Es una mujer del 1100, la que canta:

Ayse meu corachón de mib:
ya Rab, ¿si me tornarád?                                                                                                          ¡Tan mal meu doler li-l-habib!                                                                                          Enfermo yed, ¿cuánd sanarád?

               (Mi corazón se me va de mí.                                                                                                         Oh, Dios, ¿acaso se me tornará?                                                                                                 ¡Tan fuerte mi dolor por el amado!                                                                                               Enfermo está, ¿cuándo sanará?)

Y ya, después de las jarchas, podemos mirar el cancionero tradicional, quizás las flores más delicadas, tanto que las manos apenas se atreven a tocarlas, las más exquisitas de la poesía española, ténues y finísimas, del aroma más penetrantes, al cancionero  tradicional hay que ir a buscarlas. Todas, claro, tuvieron autor, pero el pueblo colaboró en ellas, filtrándolas a lo largo de muchos años. A veces, son un alto grito lírico breve, brevísimo, que nos toca y nos deja impregnado de sueño y de nostalgia.

Ésta dice:

               Mal herida va la garza enamorada
               sola va y gritos daba.
               donde la garza hace su nido-
                Riberica de aquel río, 
                sola va y gritos daba.
                ¡Qué garza, qué vuelo, qué amor
                 qué ribera y qué río!

Un grito de amor ha cuajado  plasmado en una breve joya imperecedera.
Como las jarchas, son muchas veces mujeres enamoradas las que expresan sus ansias.

Ésta dice:

           ¡ Al alba, venid, buen amigo!
           ¡ Al alba, venid!
           ¡ Amigo, al que yo más quería,
            venid al alba del día!
           ¡Amigo, al que yo más amaba,
            venid a la luz del alba!
           ¡Venid a la luz del día!
           ¡No traigáis compañía !
           ¡Venid a la luz del alba,
            no traigáis gran compañía!

Esta poesía es blanca, amor, misterio, soledad... Otras veces, esta poesía popular surge en un ambiente trágico como un anticipo de la poesía de Lorca.ica, cuerpo garrido,

                       Gritos daba la morenica so el olivar,
                        que las ramas hace temblar.
                         La niña, cuerpo garrido, 
                         morenica, cuerpo garrido,
                         lloraba su muerto amigo so el olivar,
                         que las ramas hace temblar.   

  Maribel  Martín             
 

tanto amare tanto amare
habîb tanto amare
enfermeron olios nidios
e dolen tan male

¡Tanto amar, tanto amar,
amigo, tanto amar!
¡Enfermaron unos ojos brillantes
y duelen tan mal!

Rosi Antillé


Las jarchas nacen en Andalucía en el S. XI. Jarcha significa "salida", en árabe. Están compuestas en idioma popular. Son cancioncillas.

Los  cantares  de ciego. El ciego cantor de coplas y romances, es un personaje popular en la España de la Edad Media. Aparece en  múltiples obras de literatura de ambientación popular.

Los mayores, lo recordarán en calles y plazas, caminos, ventas, cortijos, en ferias y romerías cantando o narrando acontecimientos o novelescos episodios que dejaban impresionados a los oyentes. Pedían limosnas componiendo y recitando sus canciones, romances, oraciones o hasta ejerciendo de santero o sanadores para obtener prebendas del público.


     M. José Valverde


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