martes, 31 de octubre de 2017

EFEMÉRIDES: 500 ANIVERSARIO DE LA REFORMA PROTESTANTE


El 31 de octubre de 1517, el fraile agustino Martín Lutero, se rebeló contra la Iglesia Católica cuando publicó sus “95 tesis” sobre la penitencia y el uso de indulgencias en la puerta del Palacio de Wittenberg, en Alemania. El desarrollo de esos 95 principios, dio lugar a una nueva doctrina que tomó el nombre de Reforma Protestante.
Reproducimos aquí, un interesante artículo sobre cómo en España, y más concretamente, desde el Monasterio San Isidoro del Campo (Santiponce), se apoya dicha reforma.

 

LOS CONTESTATARIOS E INCONFORMISTAS MONJES DE SAN ISIDORO DEL CAMPO.    
Casiodoro de Reina
   
Cuando en 1431, los monjes jerónimos observantes, los monjes jerónimos ermitaños, los monjes del prior fray López de Olmedo llegan al monasterio de san Isidoro del Campo, rompen con la rigurosidad, con el  desnudismo que los anteriores moradores, los cistercienses, habían sometido a las paredes del cenobio; estos, los cistercienses, que al prescindir en sus construcciones de los adornos que en consonancia con su doctrina que busca el espíritu puro y con su sentido de la pobreza, logran que sus espacios conventuales sean limpios y originales.
Pues bien, muy seguramente no, o tal vez, sí, aquellos monjes obsevantes que decoraron todo el monasterio, que hicieron de sus paredes y sus paramentos toda una exposición de religiosidad, de catequesis y de belleza, fueron los que dejaron la semilla para que, poco más de un siglo después, otros monjes sucesores de aquellos, se plantearan nuevos retos, estos más espirituales, más intelectuales y a la vez,  más peligrosos dado el “statu quo” de aquellos tiempos.
Estamos en la Sevilla del quinientos, una ciudad entre los ríos Guadalquivir y Tagarete, con sus murallas, sus puertas y sus postigos, que comenzaba a salir de la Edad Media, que sus calles iban muy poco a poco, perdiendo el carácter intimista que era propio del urbanismo árabe, llenándose de plazas delante de templos, palacios y edificios públicos, que tenían su columna vertebral en el río grande que, a través de El Arenal y de su puerto, la unía al mundo, al solo conocido hasta hacía poco y, fundamentalmente, al Nuevo Mundo con el impulso que supuso la Casa de Contratación. En definitiva, Sevilla era una ciudad de referencia, una de las ciudades más pobladas de Europa, en la que, en el aspecto sociológico se podía distinguir el alto clero, la nobleza, un sector medio muy populoso cuyos componentes ejercían muy diversas profesiones, y el pueblo llano. Era una ciudad con una gran actividad a la que llegaban y salían no solo mercancías y personas, sino también ideas, las que pululaban por todo el imperio, las de Erasmo de Rotterdam que rechazaba el autoritarismo que impedía pensar libremente, criticaba los abusos de varias clases de la sociedad, especialmente de la Iglesia, y las ideas de Martín Lutero que exhortaba a la Iglesia cristiana a la enseñanza original de la Biblia y que condujo, al final, a la ruptura con Roma dando lugar al  protestantismo.
Estas ideas, en primer lugar maduraron en la catedral de Sevilla través de sus predicadores Doctor Egidio, procesado y condenado por la Inquisición, y Constantino Ponce de la Fuente, que viajó con Felipe II por todo el imperio y que también fue procesado por la Inquisición, y, en segundo lugar, arraigaron en el Monasterio de san Isidoro del Campo que se puede considerar el primer foco  reformista de esta época. Es necesario resaltar que los monjes de san Isidoro eran más eramistas que protestantes; pretendían la reforma de la Iglesia desde su interior, nunca su ruptura.  
Aun así, la Contrarreforma, a través de la Inquisición, diezmó a la comunidad jerónima en los autos de fe de 1559, 1560 y, sobre todo, en  el de 1562. Muchos monjes fueron ajusticiados, otros relajados o quemados en efigies. Afortunadamente, algunos monjes, entre ellos Casiodoro de la Reina, muy posiblemente la personalidad de más talla intelectual de toda la comunidad, y Cipriano de Varela, lograron huir a tiempo, siendo el primero, el autor de la primera edición de la llamada Biblia del Oso  - traducida al castellano desde sus orígenes. Desde el griego y desde el hebreo -, y Cipriano de Varela, autor de la segunda edición.
 Todos los acontecimientos mencionados anteriormente, están descritos en una novela histórica que tiene como núcleo y centro el monasterio de san Isidoro del Campo y los avatares sufridos por sus monjes. La novela a la que hago referencia es “Memoria de cenizas” de la escritora Eva Díaz Pérez, editada en Sevilla en 2005 por Andalucía Abierta, de la Fundación  José Manuel Lara.
Quién desee profundizar en estos hechos reformistas, tan desconocidos, por otro lado, pueden acudir a la lectura del mencionado libro.

                                                                       JOSÉ VELÁZQUEZ CASTILLO


Interesante: Exposición "La reforma Protestante. 500 años de testimonio" 
18 de octubre hasta 9 de noviembre
Sala de la Logia (Ayuntamiento de Sevilla)
Horario: todos los días de 10 a 13 h. y de 16 a 20 h.

lunes, 30 de octubre de 2017

ACRÓSTICO







¡Oh, otoño deseado!
Tras un verano alargado
Olor a un atardecer lluvioso
Ñoñas tardes cortas
¡Oh árboles sin hojas!

Observo los campos sin flores
Tonos amarillos y marrones
Otoño recolecta uvas y granadas
 ¡Ñam, ñam, ricas frutas secas
 ¡Oh, anochecer de asiento y chimeneas!

                    Elisa Tamayo





                    




Ocaso del sol templado
Traen  olas de hojas secas
Origen de la nueva estación oto-
Ñal, generosa de colores y sabores
Olivas verdes, marrones, castañas y bellotas.
                       Maribel Martín







Otoño perezoso y tardío,
te anhelamos, regresa pronto.
Ojos anaranjados me alcanzan,
Ñ, de antaño, de añoro cariño…
¡Oh! ¡Retorna, llama a mi puerta y entra!


Octubre de 2017
                                                                                                    Lola Rodríguez


Oigo, al caminar, crujir las hojas secas
Tamborilear la lluvia en los tejados
Ocaso melancólico miro tras mi ventana
Ñoñeces de alma triste
Otrora, alborozada...



domingo, 29 de octubre de 2017

JULIÁN MARÍAS, METAFÍSICO DE LA PERSONA






Nieves Gómez Álvarez, es doctora en Filosofía con una tesis titulada Mujer: persona femenina. Un acercamiento mediante la obra de Julián Marías.
Ha trabajado en la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR). Actualmente es profesora de Filosofía en Madrid y especialista en el pensamiento de Ortega y Gasset y Julián Marías, sobre los que ha escrito ponencias para congresos y algunos artículos.

En el encuentro mantenido con la autora con motivo de la presentación de su libro Julián Marías. Metafísico de la persona, en el marco de las actividades de la Noche Abierta, 2017, organizadas desde la Biblioteca Pública Municipal, descubrimos a una persona joven, entusiasta, enamorada de su profesión y admiradora sin parangón de la figura del filósofo Julián Marías, que nos hizo disfrutar con su facilidad de palabra y de transmisión de conocimientos sobre una ciencia que a la mayoría, nos resulta difícil de comprender.

La moderadora iba haciéndole una serie de preguntas que contestaba con claridad y cercanía, como cuando le inquirió sobre si en la actualidad se necesitan filósofos. Explicó que la Filosofía es educar mirando al futuro.El filósofo es la persona valiente que levanta el velo de la realidad, no se conforma con lo superficial. Es humilde porque es consciente de que posee una pequeña perspectiva de los asuntos que se complementa con la de los demás.

En cuanto a la idea de "persona", sostiene, como su maestro, que nos definen ciertas características:  nos hizo ver que el ser humano tiene poco de animal porque somos capaces de innovarnos permanentemente. Es de lo que trata la Metafísica: las personas nos diferenciamos de los animales porque sabemos quienes somos. El cristianismo además, sostiene que la persona es una criatura amorosa: somos creados racionales y con capacidad de amar. La mujer, persona femenina, tiene una razón vital diferente y complementaria con la del hombre.

La entrevista se extendió durante más de hora y media pero nos resultó breve por agradable e interesante.

Su obra refleja la trayectoria personal y académica de Julián Marías, que habrá que leer porque, con toda seguridad, nos proporcionará una visión del filósofo amena y entretenida.

NOCHE ABIERTA, 2017






              INAUGURACIÓN DE EXPOSICIÓN "TERRITORIO HABITADO", DE KOLEN DEIDA

 









                                                                                                                                  






 Presentación del libro JULIÁN MARÍAS, METAFÍSICA DE LA PERSONA, de Nieves Gómez Álvarez

                  


 











PASEO. NARRACIÓN ORAL DE HISTORIAS Y ANÉCDOTAS OCURRIDAS EN LAS CALLES DEL CENTRO HISTÓRICO


     

 







 




jueves, 26 de octubre de 2017

DIEZ DÍAS QUE ESTREMECIERON AL MUNDO







En estos días en los que se conmemora el centenario de la Revolución Rusa, os recomiendo la lectura de este libro de John Reed, del que incluyo parte del prefacio del autor.


Diez días que estremecieron al mundo

PREFACIO DEL AUTOR


Este libro es un trozo de historia, de historia tal como yo la he visto. Sólo pretende ser un relato detallado de la Revolución de Octubre, es decir, de aquellas jornadas en que los bolcheviques, a la cabeza de los obreros y soldados de Rusia, se apoderaron del poder del Estado y lo pusieron en manos de los Soviets.
Se refiere, sobre todo, a Petrogrado, que fue el centro, el corazón mismo de la insurrección. Pero el lector debe tener en cuenta que todo lo que acaeció en Petrogrado se repitió, casi exactamente, con una intensidad más o menos grande y a intevalos más o menos largos, en toda Rusia.
En este volumen, que es el primero de una serie en la que trabajo actualmente, estoy obligado a limitarme a una crónica de los acontecimientos de que fui testigo y a los cuales me mezclé personalmente o conocí de fuente segura. El relato propiamente dicho va precedido de dos capítulos, donde expongo brevemente los orígenes y las causas de la Revolución de Octubre. Sé perfectamente que la lectura de estos dos capítulos es difícil, pero ambos son esenciales para comprender lo que sigue.
Buen número de preguntas se ofrecerá al espíritu del lector:  ¿Qué es el bolchevismo? ¿En qué consiste la forma de gobierno implantada por los bolcheviques? ¿Por qué, estando los bolcheviques a favor de la Asamblea Constituyente, la disolvieron, enseguida, por la fuerza? ¿Y por qué la burguesía, hostil a dicha Asamblea hasta la aparición del peligro bolchevique, se entregó después a su defensa?
Estas preguntas no pueden tener aquí respuesta. En otro volumen, De Kornilov a Brest-Litovsk donde prosigo el relato de los acontecimientos hasta la paz con Alemania inclusive, desscribo el origen y el papel de las diversas organizaciones revolucionarias, la evolución del sentimiento popular, la disolución de la Asamblea Constituyente, la estructura del Estado soviético, el :desarrollo y el fin de las negociaciones de Brest-Litovsk.
Al abordar el estudio de la sublevación bolchevique, es importante tener en cuenta que no fue el 25 de octubre (7 de noviembre) de 1917, sino muchos meses antes, cuando se produjo la desorganización de la vida económica y del ejército rusos, término lógico de un proceso que se remontaba al año de 1915. Los reaccionarios sin escrúpulos que dominaban la corte del zar habían decidido, deliberadamente, el hundimiento de Rusia, a fin de poder concentrar una paz separada con Alemania. La falta de armas en el frente, que tuvo como consecuencia la gran retirada del verano de 1915; la escasez de víveres en los ejércitos y en las grandes ciudades, el cese de la producción y de los transportes en 1916, todo ello formaba parte de un. gigantesco plan de sabotaje, que la revolución de febrero vino a contener a tiempo.
Durante los primeros meses del nuevo régimen, en efecto, a pesar de la confusión consiguiente a un gran movimiento revolucionario como el que acababa de liberar a un pueblo de 160 millones de hombres, el más oprimido del mundo entero, la situación interior, así como la potencia combativa de los ejércitos, mejoraron sensiblemente.
Pero esta "luna de miel" duró poco. Las clases poseedoras querían una revolución solamente política que, arrancando el poder al zar, se lo entregara a ellas. Querían hacer de Rusia una república constitucional a la manera de Francia o de los Estados Unidos, o incluso una monarquía constitucional como la de Inglaterra. Ahora bien, las masas populares querían una verdadera democracia obrera y campesina.
(...)  
Los extranjeros, los americanos particularmente, insisten, con frecuencia, sobre la ignorancia de los trabajadores rusos. Es cierto que éstos no poseían la experiencia política de los pueblos occidentales, pero estaban notablemente preparados en lo que concierne a la organización de las masas. En 1917, las cooperativas de consumo contaban, con más de 12 millones de afiliados. El mismo sistema de los Soviets es un admirable ejemplo de su genio organizador. Además, no hay probablemente en la tierra un pueblo que esté tan familiarizado con la teoría del socialismo y sus aplicaciones prácticas. 
Muchos autores han justificado su hostilidad al Gobierno soviético pretextando que la última fase de la revolución no fue otra cosa que una lucha defensiva de los elementos civilizados de la sociedad contra la brutalidad de los ataques de los bolcheviques.
Ahora bien, fueron precisamente esos elementos, las clases poseedoras, quienes, viendo crecer el poderío de las organizaciones revolucionarías de la masa, decidieron destruirlas, costase lo que costase, y poner una barrera a la revolución. Dispuestos a alcanzar sus objetivos, recurrieron a maniobras desesperadas. Para derribar el ministerio Kerenski y aniquilar a los Soviets, desorganizaron los transportes y provocaron perturbaciones interiores; para reducir a los Comités de fábrica, cerraron las fábricas e hicieron desaparecer el combustible y las materias primas; para acabar con los Comités del ejército restablecieron la pena de muerte y trataron de provocar la derrota militar.
Esto era, evidentemente, arrojar aceite, y del mejor, al fuego bolchevique. Los bolcheviques respondieron predicando la guerra de clases y proclamando la supremacía de los Soviets.
Entre estos dos extremos, más o menos ardorosamente apoyados per grupos diversos, se encontraban los llamados socialistas "moderados", que incluían a los mencheviques, a los socialrevolucionarios y algunas fracciones de menor importancia. Todos estos partidos estaban igualmente expuestos a los ataques de las clases poseedoras, pero su fuerza de resistencia se hallaba quebrantada por sus mismas teorías.
Los mencheviques y los socialrevolucionarios consideraban que Rusia no estaba madura para la revolución social y que sólo era posible una revolución política. Según ellos, las masas rusas carecían de la educación, necesaria para tomar el poder; toda tentativa en este sentido no haría sino provocar una reacción, a favor de la cual un aventurero sin escrúpulos podría restaurar el antiguo régimen. Por consiguiente, cuando los socialistas "moderados" se vieran obligados por las circunstancias a tomar el poder, no osarían hacerlo.
Creían que Rusia debía recorrer las mismas etapas políticas y económicas que la Europa occidental, para llegar, al fin, y al mismo tiempo que el resto del mundo, al paraíso socialista. Asimismo, estaban de acuerdo con las clases poseedoras en hacer primero de Rusia un Estado parlamentario, aunque iin poco más perfeccionado que las democracias occidentales, y, en consecuencia, insistían en la participación de las clases poseedoras en el gobierno. De ahí a practicar una política de colaboración no había más que un paso. Los socialistas "moderados" necesitaban de la burguesía; pero la burguesía no necesitaba de los socialistas "moderados". Los ministros socialistas se vieron obligados a ir cediendo, poco a poco, la totalidad de su programa, a medida que las clases poseedoras se mostraban lo más apremiantes.
Y finalmente, cuando los bolcheviques echaron abajo todo esc hueco edificio de compromisos, mencheviques y socialrevolucionarios se encontraron en la lucha al lado de las clases poseedoras. En todos los países del mundo, sobre poco más o menos, vemos producirse hoy el mismo fenómeno.
Lejos de ser una fuerza destructiva, me parece que los bolcheviques eran en Rusia el único partido con un programa constructivo y capaz de imponer ese programa al país. Si no hubiesen triunfado en el momento que lo hicieron, no hay apenas duda para mi de los que los ejércitos de la Alemania imperial habrían entrado en Petrogrado y Moscú en diciembre, y de que uri zar cabalgaría hoy de nuevo sobre Rusia.
Aún está de moda, después de un año de existencia del régimen soviético, hablar de la revolución bolchevique como de una "aventura".  Pues bien, si es necesario hablar de aventura, ésta fue una de las más maravillosas en que se ha empeñado la humanidad, la que abrió a las masas laboriosas el terreno de la historia e hizo depender todo, en adelante, de sus vastas y naturales aspiraciones. Pero añadamos que, antes de noviembre, estaba preparado el aparato omediante el cual podrían ser distribuidas a los campesinos las tierras de los grandes terratenientes; que estaban constituidos también los Comités de fábrica y los sindicatos, que habrían de realizar el control obrero de la industria, y que cada ciudad y cada aldea, cada distrito, cada provincia, tenían sus Soviets de Diputados obreros, soldados y campesinos, dispuestos a asegurar la administración local.
Independientemente de lo que se piense sobre el bolchevismo, es innegable que la revolución rusa es uno de los grandes acontecimientos de la historia de la humanidad, y la llegada de los bolcheviques al poder, un hecho de importancia mundial. Así como los historiadores se interesan por reconstruir, en sus menores detalles, la historia de la Comuna de París, del mismo modo desearán conocer lo que sucedió en Petrogrado en noviembre de 1917, el estado de espíritu del pueblo, la fisonomía de sus jefes, sus palabras, sus actos. Pensando en ellos, he escrito yo este libro.
Durante la lucha, mis simpatías no eran neutrales. Pero, al trazar la historia de estas grandes jornadas, he procurado estudiar los acontecimientos como un cronista concienzudo, que se esfuerza por reflejar la verdad.
J. R.
Nueva York, 1 de enero de 1919.
TALLER DE ESCRITURA  (Temporada 2017/18)

De nuevo, algunas y alguno de nuestro grupo, vamos a seguir atreviéndonos a explorar en el mundo de la imaginación y los sentimientos, para tratar de plasmarlo por escrito. 
Nuestra pretensión es, ante todo, aprender y comprobar que somos capaces de conseguir ciertas metas.
 

                                                                                   Más, en:  DESDE DENTRO





jueves, 19 de octubre de 2017

PREMIOS

El mes de octubre, a falta de la meteorológica, nos ha traído una lluvia de premios literarios entre los que poder elegir los títulos que más nos atraigan para saciar nuestras ansias de lecturas .

Kazuo Ishiguro:
Premio Nobel de literatura, 2017

Después de dos años en los que la Academia Sueca había levantado reacciones de todo tipo al conceder  el Nobel en 2015, a una periodista, Svetlana Alexiévich, y en 2016, a un compositor, Bob Dylan, esta vez, vuelve a entregarlo a un novelista, Kazuo Ishiguro, que, a través de las adaptaciones al cine de dos de sus novelas (Lo que queda del día y Nunca me abandones), es conocido por un público masivo.   
En el comunicado de la Academia, se indicaba que era merecedor del premio porque "en sus novelas de gran fuerza emocional, ha descubierto el abismo que existe bajo la ilusoria sensación de que conectamos con el mundo. Sara Danius, secretaria permanente de la Academia, ha afirmado: "Si mezclas a Jane Austen y a Fran Kafka, tienes a Kazuo Ishiguro en esencia pero tienes que añadir un poco de Marcel Proust . (...)  Es un escritor que no se anda por las ramas y que ha desarrollado su propio universo estético". 

Ishiguro nació en 1954 en Nagasaki (Japón) y a los cinco años de edad su familia se trasladó al  Reino Unido y en la actualidad vive en Londres. 
En España, la Editorial Anagrama, ha publicado  las novelas Páli­da luz en las colinas (Premio Winifred Holtby), Un artista del mundo flotante (Premio Whitbread), Los restos del día (Premio Booker), Los inconsolables (Premio Cheltenham), Cuando fuimos huérfanos, Nunca me abandones (Premio Novela Europea Cami­no de Santiago), El gigante enterrado (y El gegant enterrat en catalán) y el libro de relatos Nocturnos, obras extraordinarias que han hecho de Ishiguro un autor indispensable.


JULIO MARTÍNEZ MESANZA
Premio Nacional de poesía, 2017

“Por insuflar un aire nuevo a la tradición clásica, avanzando en profundidad en esta nueva entrega poética, plena de belleza formal y sentido de la rebeldía ante el pensamiento único vigente”. Con estas palabras ha justificado el jurado del Premio Nacional de Poesía la concesión del galardón a Julio Martínez Mesanza (Madrid, 1955) por su libro Gloria,  publicado por la Editorial Rialpen la colección  Adonais.
Aquí, un pequeño ejemplo de su estilo:  

                                                                Preferencias
               
Ni las cumbres sublimes ni los ríos
que no han sido ensuciados por los hombres;
ni los palacios ni las blancas ruinas
de los templos antiguos, ni los dioses
de mármol o de bronce, iguales a todos,
ni la alada victoria, ni un bugatti,
menos aún la música y el baile,
con sus amanerados sacerdotes:
ninguna de esas cosas y de otras
tan admiradas por los más sensibles
y que tienen que ver con el buen gusto
me proporciona una impresión profunda.
Si acaso, los hangares en desuso,
las estaciones fuera de servicio,
el laberinto de las fundiciones,
el brumoso extrarradio, un descampado
en el que sólo puede comprenderse
la perpleja tristeza de los hombres,
y los ríos que arrastran su miseria,
oscuros, majestuosos y solemnes,
y las descomunales escombreras.



FERNANDO ARAMBURU
Premio Nacional de Narrativa, 2017




Fernando  Aramburu Irigoyen (San Sebastián, 1959), poeta, novelista y ensayista, le ha sido concedido el Premio Nacional de Narrativa, por su novela Patria que ha significado el reconocimiento oficial hacia una obra ya leída por miles de lectores.
Patria, es la historia que, a través de un lugar y unos personajes determinados, pone de manifiesto las raíces en las que se asientan el odio y la maldad de ETA, como causa principal de las penas y desgracias de las familias protagonistas.
El Ministerio de Cultura, en su comunicado, distingue a Patria como Premio Nacional de Narrativa 2017, por "la profundidad psicológica de los personajes, la tensión narrativa y la integración de los puntos de vista, así como por la voluntad de escribir una novela global sobre unos años convulsos en el País vasco". 
Su interés por el problema vasco, ya había quedado reflejado en su libro de relatos  Los peces de la amargura (2006), sobre las víctimas de ETA, con el que obtuvo premios como el Dulce Chacón, el Vargas Llosa o el de la Real Academia.
JAVIER SIERRA
Premio Planeta, 2017
La mayor editorial mundial en castellana, vuelve a apostar por un autor de obras  superventas. 
Esta vez, el premio (601.000 €) ha recaído en Javier Sierra, con la novela de misterio El fuego invisible, en la que un destacado experto persigue el rastro del Santo Grial  en la literatura y en el arte.

jueves, 12 de octubre de 2017

ENCUENTRO CON EL AUTOR HÉCTOR ABAD FACIOLINCE





El Centro Andaluz de las Letras, dentro del programa literario Letras Capitales que se celebra en Sevilla desde 2009 para acercar la creación más actual a los lectores, el pasado martes, 10 de octubre, organizó en la Biblioteca Pública Infanta Elena,  la presentación del nuevo libro de Héctor Abad Faciolince, interpelado por el, también, escritor hispanoamericano afincado en nuestra ciudad, Fernando Iwasaki.

El diálogo mantenido por ambos escritores, no se limitó en exclusiva a la promoción de La oculta, (última obra del autor), antes bien, IWasaki, hizo mención a distintos títulos de la producción literaria de Abad (Tratado de culinaria para mujeres tristes, Basura, Angosta, Traiciones de la Memoria, El olvido que seremos…),  instándole de manera certera a  comentar  los temas que son importantes para el escritor colombiano y que han influido de forma considerable en su obra.

De esta manera, Héctor Abad, nos habló del amor que siente por España y por el castellano que  considera una lengua antigua con la que expresar con acierto los sentimientos y que valora como algo muy suyo.

Realizó una crítica a la política de las grandes editoriales y a la dificultad de publicar en ellas a autores noveles, lo que le lleva a la defensa  de la creación de editoriales pequeñas y alternativas como forma de dar oportunidad a dichos autores  y llegar a más países, lo que le ha llevado a montar la suya propia.

Habló del hecho de la producción literaria poniendo especial énfasis en dos consejos fundamentales para todo aspirante a escritor: " No se trata de escribir bien sino tratar de no escribir mal" y " hay que leer mucho y leerse a sí mismo" 

La conversación se centró en gran medida en la comparación de dos de sus obras: El olvido que seremos y La oculta, ambas con el tema central de la familia.

El olvido que seremos es la biografía de su padre, médico y destacado defensor de la igualdad social y los derechos humanos hasta el día en que fue asesinado y en la que describe la admiración por su figura  así como la tristeza y rabia que le provocó su muerte.

 Admiradoras de Héctor Abad
En La oculta, ha tratado de contar la historia de Colombia a través de una familia grande en la que la herencia de los mayores se va dividiendo entre los descendientes. La novela toma el nombre de una finca escondida entre las montañas de Colombia, de la que los últimos herederos son tres hermanos. Se cuentan las vicisitudes de una familia y un pueblo y de la pérdida de los soportes tradicionales de una sociedad.

Después de la grata impresión que nos quedó con la lectura de El olvido que seremos, estamos impacientes por sumergirnos en la última historia de Héctor Abad...