La UNESCO, estableció el día 21 de marzo como Día Internacional de la Poesía, coincidiendo con el equinoccio de primavera en el hemisferio norte, (París, 1999) y anima a su celebración, tanto a nivel local como nacional.
Mensaje de la Directora General de la
UNESCO
No tenemos alas, no podemos elevarnos,
mas tenemos pies para trepar y escalar
paso a paso, más y más
las nebulosas cumbres de nuestros tiempos
En una época en que los retos a que nos enfrentamos, desde el cambio
climático, la desigualdad y la pobreza hasta el extremismo violento, parecen tan ingentes, las palabras del poeta Henry
Wadsworth Longfellow nos aportan esperanza.
Compuesta de palabras, coloreada con imágenes, tañida con la métrica
perfecta, la poesía tiene un poder singular. El poder de arrancarnos de la vida
cotidiana y recordarnos belleza que nos rodea y la resiliencia del
espíritu humano que compartimos.
La poesía es una ventana a la diversidad excepcional de la humanidad. En la
Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la
UNESCO se incluyen decenas de formas de expresión oral y poesía, desde el duelo
poético Tsiattista de Chipre o la poesía cantada Ca trù de Viet Nam hasta
Al-Taghrooda, la poesía cantada tradicional de los beduinos de los Emiratos
Árabes Unidos y Omán. La poesía es tan antigua como el lenguaje, y en los
períodos turbulentos es más necesaria que nunca, como fuente de esperanza, como
manera de compartir lo que significa vivir en este mundo.
El poeta Pablo Neruda escribió que «la poesía es siempre un acto de paz».
La poesía es única por su capacidad de hablar a través del tiempo, el espacio y
la cultura, de llegar directamente a los corazones de las personas de todo el
mundo. Es un manantial de diálogo y entendimiento y ha sido siempre una fuerza
para desafiar a la injusticia y promover la libertad. Como dijo Deeyah Khan,
Embajadora de Buena Voluntad de la UNESCO para la libertad y la creatividad,
todas las formas de arte, incluida la poesía, tienen la capacidad
extraordinaria de expresar resistencia y rebelión, protesta y esperanza.
La poesía no es un lujo. La poesía es una parte esencial de quiénes somos
en cuanto que mujeres y hombres que vivimos juntos en el presente, nos valemos
del patrimonio de las generaciones pasadas y somos custodios del mundo para
nuestros hijos y nietos. Hoy, al celebrar la poesía, celebramos también nuestra
capacidad de unirnos en un espíritu de solidaridad para trepar y escalar «las
nubosas cumbres de nuestros tiempos». Necesitamos hacerlo para llevar adelante
la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, para aplicar el Acuerdo de París
sobre el Cambio Climático, para asegurarnos de que ninguna mujer ni hombre se
quede atrás.
Irina Bokova
La poesía no debe ser un arma,
debe ser un abrazo,
un invento,
un descubrir a los demás
lo que les pasa por dentro,
eso, un descubrimiento,
un aliento,
un aditamento,
un estremecimiento.
La poesía debe ser
obligatoria.
Historia de Gloria, 1983. (Gloria Fuertes)