martes, 13 de marzo de 2018

ACTIVIDADES CONMEMORATIVAS DEL DÍA DE LA MUJER (II)


BIOGRAFÍAS IMAGINADAS

En los centros escolares de Camas, a los cursos de 3º y 4º de Primaria, se les propuso la idea de imaginar posibles vidas de mujeres que en el pueblo realizan diferentes actividades con el fin de que los alumnos y alumnas reflexionaran sobre los rasgos especiales que se necesitan para cada profesión  y las dificultades que podrían haber encontrado hasta realizar sus sueños.
El Día de la Mujer, los niños y niñas de todos los colegios que participaron en la actividad, pudieron comparar lo que habían imaginado con las historias reales de las mujeres que colaboraron en el evento: una médica, una policía, una abogada, una empresaria, una científica y una maestra.
En representación de todos los trabajos presentados, exponemos el de Paula y Marta,  alumnas del Colegio Juan Rodríguez Berrocal



Doña Carmen

Carmen tiene 16 años. Está en 1º de Bachillerato. Quiere ser profesora de 6º de Primaria. Cuando está en clase de Lengua o Mates, siempre imagina que ella es la que da la clase.
Por fin, su sueño se cumplió. Fue de prácticas al Raimundo, ella decía que le gustaba mucho ese colegio.
El primer día cuando llegó, los niños eran muy traviesos. El profesor se puso muy serio por la bienvenida que le habían dado.
-¡Juan! ¿Qué haces? ¿Así recibes a una profesora en práctica? - dijo Gonzalo, el profesor de 4º A-.¿Qué ibas a hacer co la pajita? Y di la verdad o te pongo un parte.
- Tranquilo, no pasa nada - dijo Carmen.
¿Cómo que no pasa nada? - contestó Gonzalo. Bueno, empecemos con Matemáticas. ¿Quieres preguntar la tabla de 8?

- Vale. A ver. ¿Cuánto son ocho por ocho? - preguntó Carmen.
- Cuarenta y ocho - dijo Sara.
- Mal. Son sesenta y cuatro - suspiró Carmen.
Carmen se quedaba en los recreos con niños que iban mal con las asignaturas. Era muy amable, simpática y buena y siempre ayudaba a los niños de todas las clases. A los niños les gustaba mucho que Carmen diese las clases porque su profesor les reñía sólo por levantar la mano, era u profesor bastante malo.
Semanas después llegó el día en que Carmen se tenía que ir.
- ¡Hasta otro día!- dijo Carmen.
- ¡No te vayas! - dijo Alfonso.
- Lo siento pero me tengo que ir.Yo también os echaré de menos porque yo vine porque siempre me ha gustado este colegio - dijo Carmen con un poco de pena.
 Años después, la profesora doña Carmen, se pidió un trabajo en el colegio Juan Rodríguez Berrocal. Los niños se portaban muy bien porque estaba en la clase de 6º A.
Todo iba bien hasta que llegó un niño nuevo llamado José que era super travieso. Nada más llegar, ya se estaba portando mal.
Al día siguiente José le lanzaba bolitas de papel a través de una pajita. La profesora se enfadó tanto, que lo mandó al despacho del director y José dijo:
- ¡No!
Y la profesora se enfadó aun más y pegó un chillido diciendo:
- ¡A despacho del director ahora! ¿Entendido?
José dijo:
- ¡Vale, vale!
Y la profesora siguió dando clase.
José, en vez de ir al despacho del director, se fue a su casa aprovechando que la puerta estaba abierta porque el conserje estaba pintándola, pero el conserje se dio cuenta y le dijo:
- ¿A dónde vas?
Y José le dijo que iba a que le diese un poco el aire pero el conserje dijo:
- ¡Venga para tu clase!
Y José dijo que no.
El conserje lo llevó puerta por puerta diciendo:
- ¡Este alumno es vuestro?
Hasta que encontró la última clase, la de doña Carmen que al ver que José estaba ahí, directamente le cogió de la patilla.
- José, ¿no te dije que te fueras al despacho del director?
- Sí, pero el conserje me ha traído otra vez aquí.
- ¡Es mentira! - dijo el conserje- Te vi escapándote del colegio.
- ¡Es mentira! - replicó José.
Y la profesora dijo al oído del conserje:
- Yo le creo a usted pero sígame la corriente ¿vale?
- Vale. Enterado - dijo él.
La maestra le dijo a José:
- Yo te creo a ti, así que no te preocupes de nada.
Pero José, como no era tan tonto, le dijo a la señorita:
- ¡Mentira! He oído lo que le has dicho al conserje.
La maestra en vez de mandarlo al despacho del director, le dijo al conserje que le dijera él que lo tenía que expulsar. El conserje le dijo al director lo que le había dicho la profesora y el director lo expulsó.
El niño se fue a su casa y cuando llegó, su madre le dijo:
-¿Por qué has llegado tan pronto, hijo?
Y José le contestó que le habían expulsado.
La madre lo llevó rápidamente al colegio pero ya eran las dos y había tocado el timbre pero la profesora Carmen no se había ido. La madre de José habló con ella y con su hijo. Le dijo a José que se disculpase y este arrepentido, le pidió perdón y nunca más volvió a hacer ese tipo de travesura a un profesor o profesora. ¡Vamos, que salió escarmentado!



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