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lunes, 24 de abril de 2017

PEQUEÑA POETA


La pasada semana, Carmen Santos, alumna de 6º curso de Educación Primaria, del Colegio Balcón de Sevilla de nuestra localidad, recibió el premio del XXXIV Certamen de Poesía Ángel Carrillo, de Priego de Córdoba, como promesa de una generación amante de la lectura y escritura que será savia nueva para nutrir sensibilidades y fomentar la cultura.

El tema a que se tenía que atener su poema era "Andalucía" y se da la circunstancia de que es la segunda alumna de este Centro que recibe el galardón.


¡Enhorabuena, a la pequeña poeta! 

Y aquí, su poema:

COLORES DE ANDALUCÍA

Andalucía, blanca de sal,
verde de esperanza y olivar,
azul de mar.
Rojos corazones de pasión,
siempre para amar.
Sencillez y sabiduría,
gente de humildad.
Amarillos campos de girasol,
olas de plata al sol.
Púrpura de fe, morada procesión,
maderas vivas, toques de orfeón.
Negra, de dolor, trabajo y tesón.
Celestes cielos, nubes de algodón.
Doradas arenas, cristalinas aguas.
Lunares cantan con son, flamenco vivo.
Oro y albero color bermellón.
Andalucía, por siempre,
llena de color. 

                                         

domingo, 23 de abril de 2017

EDUARDO MENDOZA: DE PROFESIÓN, SUS LABORES


Este año, adelantado al día 20 por coincidir en domingo el "Día del Libro", se ha entregado en el paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, el Premio Cervantes 2016,en su XXXI edición, otorgado en esta ocasión,  al escritor barcelonés Eduardo Mendoza.

La ceremonia fue  precidida por los Reyes de España y asistieron diversas personalidades políticas de la Comunidad de Madrid y nacional.


En su discurso, Eduardo Mendoza, se mostró cercano y con mucho sentido del humor y explicó cómo había influido en su propia vida las cuatro veces que ha leído El Quijote:

  
He sido y sigo siendo un fiel lector de Cervantes y,como es lógico, un asiduo lector del Quijote. Con mucha frecuencia acudo a sus páginas como quien visita a un buen amigo, a sabiendas de que siempre pasará un rato agradable y enriquecedor. Y así es: con cada relectura el libro mejora y, de paso, mejora el lector.
 Pero en mi memoria quedan cuatro lecturas cabales del Quijote, que ahora me gustaría recordar.
Leí por primera vez el Quijote, por obligación, en la escuela.
En algún sitio he leído que la presencia obligatoria de el Quijote en la enseñanza, no pasa de ser una leyenda urbana. Es cierto, pero toda regla tiene su excepción. En nuestro copioso surtido de planes de enseñanza, hubo, un tiempo atrás, un curso llamado preuniversitario coloquialmente, el "preu", cuyo programa era monográfico.

(...)  la pomposa abstracción que hoy llamamos Humanidades, antes se llamaba, humildemente, Curso de Lengua y Literatura. Y para mis compañeros de curso y para mí, aún más humildemente, la clase del hermano Anselmo.

En la clase de Literatura nos enseñaban algunas cosas que luego no me han servido de mucho, pero que me gustó aprender y me gusta recordar (...)  

(...) La verdad es que don Quijote y Sancho no fueron bien recibidos. Nuestra imaginación literaria se nutría de El Coyote y Hazañas Bélicas  y las sesiones dobles del cine de barrio eran nuestro Shangri-La. Pero el Siglo de Oro, francamente, no.

Pero entonces no se iba a la escuela a jugar, sino a estudiar y a obedecer. Tampoco nos apetecía aprender de memoria los afluentes del Ebro. Y con el mismo entusiasmo emprendimos la lectura de lo que parecía ser una tortura dividida en dos partes. Como es de suponer de inmediato y casi contra mi voluntad me rendí a su encanto.

La lectura de el Quijote fue un bálsamo y una revelación.  De Cervantes aprendí que se podía cualquier cosa: relatar una acción, plantear una situación, describir un paisaje, transcribir un diálogo, intercalar un discurso o hacer un comentario, sin forzar la prosa, con claridad, sencillez, musicalidad y elegancia.

(...)  Leí el Quijote de cabo a rabo por segunda vez una década más tarde. Yo ya era lo que en tiempos de Cervantes se llamaba un bachiller, quizá un licenciado, lo que hoy se llama un joven cualificado, y lo que en todas las épocas se ha llamado un tonto.
Llevaba el pelo revuelto y lucía un fiero bigote. Era ignorante, inexperto y pretencioso. Pero no había perdido el entusiasmo. Seguía escribiendo con perseverancia, todavía con pasos aún inciertos, en busca una voz propia.
Como tenía otros modelos literarios, de mayor graduación alcohólica, por decirlo de algún modo, como Dostoievski, Kafka, Proust y Joyce, en esa ocasión me atrajo sobre todo el Caballero de la Triste Figura, su tenacidad y su arrojo. Porque, salvando todas las distancias, yo aspiraba a lo mismo que don Alonso Quijano: correr mundo, tener amores imposibles y deshacer entuertos.
Algo conseguí de lo primero; en lo segundo me llevé bastantes chascos, y en lugar de deshacer entuertos, causé algunos, más por irreflexión que por mala voluntad.

La tercera vez que leí el Quijote ya era, al menos nominalmente, lo que nuestro código civil llama “un buen padre de familia”.
Cuando emprendí esta nueva lectura del Quijote no tenía motivos de queja.Como don Quijote, había recibido algunos palos, ni muchos ni muy fuertes. Como Sancho Panza, me había apeado muchas veces del burro. Pero había conseguido publicar algunos libros que habían recibido un trato benévolo de la crítica y una buena acogida del público.  
(...) Lo que descubrí en la lectura de madurez fue que había otro tipo de humor en la obra de Cervantes. Un humor que no está tanto en las situaciones ni en los diálogos, como en la mirada del autor sobre el mundo. Un humor que camina en paralelo al relato y que reclama la complicidad entre el autor y el lector. Una vez establecido el vínculo, pase lo que pase y se diga lo que se diga, el humor lo impregna todo y todo lo transforma.
Es precisamente el Quijote el que crea e impone este tipo de relación secreta.
  (...)  Aunque raro es el año en que no vuelva a picotear en el Quijote, con la única finalidad de pasar un rato agradable y levantarme el ánimo, lo cierto es que no lo había vuelto a releer de un tirón, hasta que la cordial e inesperada llamada del señor Ministro me notificó que me había sido concedido este premio, y por añadidura en el cuarto centenario de la muerte de Cervantes. Así las cosas, pensé que tenía el deber moral y la excusa perfecta para volver, literalmente, a las andadas.

En esta ocasión seguía y sigo estando, en términos generales, satisfecho de la vida. De nada me puedo quejar e incluso ha mejorado mi estado de salud: antes padecía pequeños desarreglos impropios de mi edad y ahora estos desarreglos se han vuelto propios de mi edad.
Sin embargo, cuando de lee el Quijote, uno nunca sabe lo que le puede pasar. En las lecturas anteriores yo había seguido al caballero y a su escudero tratando de adivinar la dirección que llevaba su peregrinaje. Esta vez, y sin que en ello interviniera de ningún modo la melancolía, me encontré acompañando al caballero en su camino de vuelta a un lugar de la Mancha cuyo nombre nunca hemos olvidado, aunque a menudo lo hayamos intentado.

Todo personaje de ficción es transversal. Va de lector en lector, sin detenerse en ninguno. Eso mismo hace don Quijote. Exceptuando a Sancho, todos los personajes del libro están donde Dios los puso. Don Quijote es lo contario: va de paso y atraviesa fugazmente por sus vidas. Generalmente les causa un pequeño trastorno, pero les paga con creces. Sin la incidencia atropellada de don Quijote, hidalgos, venteros, labriegos, curas y mozas del partido reposarían en la fosa común de la antropología cultural. Gracias a don Quijote hoy están aquí, con nosotros, tan reales como nosotros mismos y, en algunos casos, quizás un poco más.

.Ésta es, a mi juicio, la función de la ficción. No dar noticia de unos hechos, sino dar vida a lo que, de otro modo, acabaría convertido en mero dato, en prototipo y en estadística. Por eso la novela cuenta las cosas de un modo ameno, aunque no necesariamente fácil: para que las personas, a lo largo del tiempo, la consuman y la recuerden sin pensar, como los insectos que polinizan sin saber que lo hacen.

Recalco estas cosas bien sabidas porque vivimos tiempos confusos e inciertos. (…)
La incertidumbre y la confusión a las que yo me refiero son de otro tipo. Un cambio radical que afecta al conocimiento a la cultura, a las relaciones humanas, en definitiva, a nuestra  

manera de estar en el mundo. Pero al decir esto no pretendo ser alarmista. Este cambio está ahí, pero no tiene por qué ser nocivo, ni brusco, ni traumático.
En este sentido, ahora que los dos vamos de vuelta a casa, me gustaría discrepar de don Quijote cuando afirma que no hay pájaros en los nidos de antaño. Sí que los hay, pero son otros pájaros.
(…) Y aquí termino, repitiendo lo que dije al principio. Que recojo este premio con profunda gratitud y alegría, y que seguiré siendo el que siempre he sido: Eduardo Mendoza: de profesión, sus labores.

(Merece la pena leer el discurso completo)






jueves, 20 de abril de 2017

BIBLIOTECA EFÍMERA




Como antesala de la conmemoración del “Día del Libro”, Amazon ha elegido a Sevilla como única ciudad española para participar en una acción internacional de fomento de la lectura en la que participarán otras once ciudades de todo el mundo.

Para ello, ha instalado una biblioteca efímera en la Plaza de España en la que los libros han estado a disposición de los viandantes que han elegido algún título de los dispuestos, a condición de intercambiarlo por otro.

El evento se ha desarrollado de 11 a 19 h. animado a su vez,  con otras actividades paralelas: música, cuentacuentos, talleres… Una vez terminado, se repartirán los libros entre las bibliotecas de diversos colegios de la localidad.

La iniciativa ha resultado un rotundo éxito puesto que centenares de amantes de la lectura han acudido, soportando colas enormes, con el fin de participar en tan estimulante iniciativa.

Las imágenes tomadas por Amazon, formarán parte de un vídeo que se difundirá en todas sus webs, en todo el mundo 



  

lunes, 17 de abril de 2017

EFEMÉRIDES: 150 AÑOS DEL NACIMIENTO DE MARÍA GUERRERO

150 Años del nacimiento de María Guerrero


El Centro Dramático Nacional, ha recordado en el día de hoy, a la actriz y empresaria teatral, María Guerrero, con la colocación de una placa conmemorativa en el teatro que lleva su nombre.
Otros actos la seguirán recordando en días posteriores:
-  El miércoles 19, en el Museo del Prado, tendrá lugar una conferencia sobre los tres retratos que se encuentran en este museo.
- El sábado 22, se estrenará en el programa " Documentos " de RNE, el documental "María Guerrero, grande del teatro español".
- El Centro Dramático Nacional, editará un cuaderno dedicado a su memoria y publicará un nuevo episodio de la serie documental "Nuevo Teatro", que se podrá descargar en la web de la entidad.

María Guerrero, despuntó en un mundo de hombres y fue una de las primeras mujeres empresarias teatrales.

Debutó en 1885, en el Teatro de la Comedia, con la obra del Premio Nobel de Literatura, José de Echegaray "Sin Familia". En 1887, ya era su actriz principal.

En 1894, se hace cargo del Teatro Español y en 1909, compra con su marido, el Teatro de la Princesa, que hoy lleva su nombre.

Estrenó obras de los principales dramaturgos de la época y realizó giras por diversos  países europeos, latinoamericanos y  norteamérica.

Era abuela del gran actor Fernando Fernán Gómez al que nunca reconoció por ser hijo natural.








viernes, 14 de abril de 2017

ENCUENTRO CON LA AUTORA



Nos visitó  Magdalena Gómez Amores, maestra jubilada y escritora de  El Temblor de las Estrellas.

La sesión resultó muy interesante, ya que todas/os los participantes pudieron dialogar libremente con la autora, de los distintos aspectos de la novela. Magdalena  nos pareció una persona cercana y entusiasta de su trabajo, siendo capaz de transmitirlo, quizás por la experiencia adquirida en los años dedicados a la enseñanza.

Hizo la presentación de la autora y nos ayudó a conocerla mejor a través de los datos que nos proporcionó, la también escritora, Paqui Vázquez que no dudó en aceptar nuestra propuesta de acercarnos a la figura de Magdalena.
Ya se encuentra en las librerías su segunda obra, Olas de Levante, que promete ser, así mismo, una lectura apasionante.





PARA ABRIR BOCA

Capítulo 1. Un velo negro

Caía la tarde, una tarde de finales de julio, calurosa y seca.
Llenaba la casa un silencio espeso producido por la gente que hablaba en voz baja y se removía inquieta en las sillas.
La chiquilla, de apenas doce años, se dejaba vestir dócilmente por su tía. Ya le había puesto su traje negro cerrado de cuello y puños que agudizaba el calor, ahora le prendía un velo también negro que le llegaba hasta las caderas.
- Date la vuelta, Carmen - apremió la tía con voz áspera-.
La niña giró, tal y como le decía, y con rápidos y bruscos movimientos, la mujer terminó de ponerle el velo...

                                                                           ( de Olas de Levante ) 


                                                                       MÁS EN : LEO, LEES, LEEMOS...